La última encuesta de la EGOPA (Estudios Generales de Opinión Pública de Andalucía) ha sido recibida en el PP con gran desconfianza. El sondeo elaborado por el CAPDEA (Centro Análisis y Documentación Político y Electoral de Andalucía) establece una importante caída para los populares, a los que otorgan el 29,1% de los votos en las próximas elecciones autonómicas, 11 puntos menos que en las de 2012.
Se trata de una bajada drástica que en el partido de Moreno Bonilla no acaban de creer. Están convencidos de que detrás de estos pronósticos está la mano de Susana Díaz.
Más aún en tanto que el PSOE aparece en el sondeo como la fuerza más votada de la región con el 35,2% de los votos, cuatro puntos menos que en las últimas elecciones autonómicas.
El PP andaluz entiende que la encuesta -la última publicada en Andalucía desde diciembre- está plagada de puntos negros y numerosas incoherencias.
Por ejemplo, les chirría que Susana Díaz mantenga el aprobado como presidenta al tiempo que los encuestados valoran negativamente -suspenden con un 4,2- a la presidencia de la Junta de Andalucía como institución. También sorprende que Díaz sea bien valorada cuando su Gobierno obtiene sólo un 3,9, apareciendo entre las cinco instituciones peor valoradas.
Existe un gran malestar dentro del PP con el resultado de esta encuesta porque están convencidos de que la diferencia real hoy entre socialistas y populares es mínima, es más, creen que hay un empate técnico entre ambas fuerzas, algo que desde el poder no quieren reconocer, señalan fuentes populares a Periodista Digital.
Hay más datos que apoyan las sospechas populares sobre la forma de cocinar esta encuesta. No acaba de encajar que mientras la desconfianza en la política económica del gobierno andaluz se sitúe por encima del 70%, esto se traduzca en que el PSOE vaya a ser el partido más votado y el que mayores simpatías despierta.
En el capítulo de calificaciones destaca la mala nota que reciben todos los líderes -por debajo del cuatro- en el informe a excepción de Susana Díaz. Moreno Bonilla está en ese grupo a pesar de que en los últimos meses la valoración del popular ha ido en aumento. También resulta sorprendente que en el apartado dedicado a dirigentes nacionales, Pablo Iglesias aparezca como el segundo peor valorado -después de Rajoy- cuando en todas las encuestas publicadas a nivel nacional es uno de los políticos con mejor calificación.
El capítulo dedicado a Podemos suscita muchas dudas sobre la mala imagen que el informe otorga a Iglesias. Porque este apartado revela que más del 90% de los entrevistados están de acuerdo con sus propuestas mientras que el 71,3% reconoce la coherencia de sus planteamientos políticos y económicos y le otorgan un grado de confianza del 7,5 sobre 10.
Además un 82,6% reconoce que el liderazgo de Pablo Iglesias es clave en el apoyo a Podemos. ¿Es compatible este análisis con el hecho de que el líder de Podemos sea el segundo peor valorado por los andaluces?
La reacción en el PP ante lo que consideran una encuesta hecha a la medida de los intereses de Susana Díaz ha sido inminente. La secretaria general del PP andaluz, Loles López, asegura que los datos de la EGOPA demuestran que Díaz ha puesto a funcionar la cocina ante la evidencia de que hay un empate técnico entre PP y PSOE en Andalucía.
«Hoy los nervios inundan la sede del PSOE andaluz, y eso no hay cocina que lo esconda. Con esta encuesta Díaz ingresa en MasterChef».
Hay más datos que llaman la atención. La encuesta estima una participación del 69%, la más alta registrada por el EGOPA desde el verano de 2011, y excesiva para ser unas elecciones que se van a celebrar separadas de las municipales.
En las Autonómicas de 2012 la participación fue del 62,23% y solo se ha superado este porcentaje en anteriores convocatorias en las que, cabe recordar, coincidieron con elecciones generales, lo que habitualmente dispara la movilización del electorado (en las autonómicas de 2004 votó el 75,85% del censo y el 72,65% en las autonómicas de 2008).
Hay que tener en cuenta que en Andalucía una participación alta siempre ha beneficiado al PP, lo contrario de lo que recoge este estudio, en el que el PSOE aparece como el beneficiario de este factor.
Otra de las variables es la intención directa de voto, en la que un 23,7% de los encuestados declaran no saber a quién votarán o no contestan. La campaña que el PP de Moreno Bonilla llevará a cabo en Andalucía parte de la premisa de que el voto oculto les beneficiará.
En el último estudio de la EGOPA publicado en verano la intención directa de voto era muy parecida para todos los partidos y, sin embargo, la realidad demuestra que la estimación es muy diferente en casos como el del PP o Podemos. El PP lo tiene claro: «Si por algo se caracteriza este estudio de opinión es por su habitual manipulación de los datos, más que evidente en los apartados sobre política andaluza y sus líderes», señala Loles López.
La conclusión de este informe es que el auge de Podemos en la región será a costa del PP y ligeramente de IU, pero nunca del PSOE, justo al contrario de lo que ocurre en el resto de España. Por eso puede resultar dudosa su fiabilidad.
En realidad, en un escenario en el que el PP experimentase una bajada importante en Andalucía, los partidos mayor beneficiados serían Ciudadanos o VOX, pero jamás Podemos.