Coalición Canaria sigue empeñada en sacar adelante la oficialidad de la bandera de las siete estrellas verdes. No oculta su deseo y la última prueba la protagonizó su portavoz parlamentario, José Miguel Barragán. El diputado nacionalista, a resultas del varapalo constitucional que se llevó el Estatuto catalán, indicó que «CC ha defendido el término nación igual que la bandera de las siete estrellas verdes».
Barragán afirma que en el Estatuto de Cataluña, el Tribunal Constitucional «ha puesto la barrera de la interpretación al afirmar que no tiene efectos jurídicos». Señala que entre que vaya en el texto canario la palabra nación o que haya más cuotas de autogobierno, se decanta sin dudarlo por la segunda de las opciones.
Coalición Canaria dio carta de naturaleza a la bandera de las siete estrellas verdes en su tercer congreso, celebrado a finales de mayo de 2005 en Santa Cruz de Tenerife. Plena unanimidad, a excepción de una abstención, respaldó la enseña anticonstitucional (o no constitucional) que, «tradicionalmente, ha sido utilizada por los grupos independentistas, como símbolo de identidad nacional, puesto que así lo asume el pueblo canario en sus manifestaciones públicas», expone la ponencia ideológica de los nacionalistas.
La idea de CC es que este símbolo esté situado en lugar preferente en cualquier acto del partido, pero también se aspira a que sustituya a la vigente bandera de la Comunidad Autónoma en el nuevo Estatuto de Autonomía. Coalición Canaria también quiere que se elimine del Estatuto de Autonomía el reconocimiento del escudo de la Comunidad.
ORÍGENES
Sin embargo, ¿cuál es el origen de la bandera de las siete estrellas verdes? Hay que remontarse al 22 de octubre de 1964, con la fundación en Argelia del Movimiento Por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (Mpaiac).
La formación de Antonio Cubillo sería la primera en utilizar esta enseña que, ahora, casi medio siglo después, redescubren los nacionalistas como forma de querer cauterizar las diferencias que han existido con los jóvenes proclives a CC y que siempre han reivindicado que la bandera verdadera es la de las siete estrellas verdes. Los coalicioneros mayores, prestos a seguir llenando el zurrón de votos, no dejaron escapar esta oportunidad de darse una capa de maquillaje independentista.
El experto en vexilogía, José Manuel Erbez, recordaba en el portal www.canariasaldia.es, que «la bandera canaria de las siete estrellas surgió en el contexto de un movimiento armado (Mpaiac) que propugnaba la independencia y llevó a cabo atentados entre 1964 y 1979».
Las estrellas, apunta Erbez, «siempre han estado muy vinculadas a esas reivindicaciones independentistas de corte radical». «Dicha circunstancia hace que adoptarlas como símbolo de una comunidad autónoma respetuosa con la Constitución e integrada en el ordenamiento institucional español chirríe un poco».
Erbez pone en tela de juicio la popularidad de las siete estrellas verdes. «¿Hasta qué punto la bandera de estrellas verdes está aceptada?», se pregunta: «Es dudoso, que yo sepa no se ha hecho nunca un estudio o encuesta al respecto». Este experto no niega la presencia visible de la enseña en manifestaciones y «actos públicos reivindicativos», pero cuestiona que eso implique un ansia mayoritaria.
SENTIMIENTO
«No parece fácil determinar lo que siente la población canaria con respecto a algo tan etéreo como un símbolo», asegura, para aventurar acto seguido que «a la mayoría de canarios les da igual que la bandera tenga estrellas o no, lo que más sienten son los colores».
Y sobre la decisión de CC de subirse al carro, la atribuye a una maniobra de ese partido para «reforzar su imagen nacionalista». Erbez concluye en cualquier caso que estamos ante una cuestión «accesoria» y poco susceptible de provocar «una gran reacción social», tanto si se adoptan las siete estrellas verdes de manera oficial en Canarias como si no.