Las rimbombantes promesas de Paulino Rivero se quedan en papel mojado. La memoria, pero sobre todo la hemeroteca, es capaz de dejar más rojo que un tomate al dirigente más pintado. En este caso, el anuncio del 13 de enero de 2010, hace trece meses, hecho por el presidente del Gobierno de Canarias en relación a que antes de que acabase la legislatura crearía 80.000 empleos se le vuelve como un boomerang. No sólo no ha creado un puesto de trabajo estable, sino que encima se han destruido 10.000 a lo largo de 2010 y en el comienzo de 2011.
Los datos, además ofrecidos por el propio Gobierno de Canarias, no dejan lugar a la menor duda y estas son las verdades del barquero, gusten o no en ciertos ámbitos, pero la realidad no se puede retorcer, es la que es. Cuando el jefe del Ejecutivo regional salió a la palestra, el Archipiélago arrastraba un paro de 248.783 personas (diciembre de 2009) y en enero de 2011 ya esta cifra se elevaba a las 258.311, prácticamente 10.000 más y que dejan en mal lugar las promesas sin fuste del mandatario de Coalición Canaria.
Señalaba literalmente Paulino Rivero tras ese Consejo de Gobierno del 13 de enero de 2010 que «no será una tarea fácil. Será complicado. Habrá que trabajar mucho pero hay que ser ambicioso. El Gobierno canario, desde la responsabilidad y con los pies en el suelo, lo es, aunque el objetivo es ese; conseguir que el Estado impulse medidas que nos permitan ser más competitivos y, además, impulsar medidas que incentiven la contratación de trabajadores en Canarias».
Si la ambición, la responsabilidad o la laboriosidad se pudiesen cuantificar en este caso, es evidente que el Gobierno de Rivero no sólo no ha hecho sus deberes en tiempo y forma, sino que encima se ha dedicado a deshacer la tarea que tenía hecha y agravar, con ello, la situación de inestabilidad laboral del Archipiélago.
Tampoco está de más en incidir en otro aspecto sumamente importante. La toma de posesión de Paulino Rivero como presidente del Gobierno coincidió con el hecho de que en las Islas había un paro superior a las 135.000 personas. Haciendo política ficción, en el supuesto de que el candidato de CC lograse crear esos 80.000 empleos en apenas cuatro meses tendríamos la bonita cantidad de 178.000 desempleados en las Islas. Es decir, el mandato de Rivero se hubiese cerrado con una destrucción de 43.000 empleos, pero no parece que esta vaya a ser el escenario.
