Un dirigente político cuando da su palabra tiene que cumplirla, y ninguna credibilidad queda para el presidente regional que ninguna explicación quiere dar sobre lo sucedido en la desaparecida primera institución financiera de la región.
En las Cortes de Castilla-La Mancha había expectación. Barreda se había comprometido en ese mismo lugar -el pasado mes de abril- a que se investigaría «todo» sobre CCM cuando finalizara su absorción por parte de Cajastur, circunstancia que ya se ha producido.
Barreda y los demás diputados socialistas, sin embargo, han votado no a la propuesta de crear una comisión de investigación, demostrando que su palabra no tiene ningún valor.
Un dirigente político cuando da su palabra tiene que cumplirla. Ninguna credibilidad queda, por tanto, para el máximo responsable político de Castilla-La Mancha que no quiere dar explicaciones sobre lo sucedido en la que fue primera institución financiera de la región y que ha desaparecido finalmente, tras haber sido intervenida por parte del Banco de España.
Los trabajadores de la entidad bancaria, a través de sus representantes sindicales en CSIF y CSICA, han recordado igualmente que con ellos Barreda también se comprometió a que en las Cortes de Castilla-La Mancha se investigaría ampliamente sobre lo sucedido en la esquilmada CCM. Ellos han sido, por tanto, especialmente engañados.
Para intentar justificar semejante despropósito, Barreda aseguró que era el Banco de España quien debería realizar la investigación, cuando este organismo, como es sabido, no tiene competencias para delimitar la responsabilidad de una administración regional –la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha- por el incumplimiento de la Ley de Cajas en sus apartados de vigilancia, control y tutela de las operaciones llevadas a cabo por CCM.
Barreda hace público, en definitiva, que su palabra no vale nada.
