Es una tradición de hace tres años ocurrencia de la concejal de Festejos, Carmen Jiménez, con la autorización del alcalde socialista, Emiliano García-Page. La segunda ocurrencia fue realizar la petardada en la plaza del Ayuntamiento, justo frente a la Catedral Primada. Al cabo de los tres años no se ha logrado consolidar la tradición peri sí acabar decapitando al ángel que adornaba la puerta de los Reyes.
La coincidencia de que alcalde sea socialista, que la mascletá con motivo de la fiesta local de la Virgen del Sagrario sea de su creación y que el primer afectado sea un ángel de la Catedral ha dado lugar a diversos chascarrillos y chistes en la capital castellano-manchega, por aquello de que los bienes artísticos de la Iglesia hayan sido demolidos en pleno periodo de paz.
Gracias a Dios, la ocurrencia de la mascletá en una plaza encorsetada por grandes y emblemáticos edificios, no tuvo consecuencias personales cuando la cabeza del ángel cayó a la vía pública en un momento en que se concentraba gran número de personas. Tampoco a nadie se le ocurrió valorar los efectos que podría tener la onda expansiva en la cerrada plaza.
El asunto ha sido de alcance, porque según informa Esteban del Pozo en el diario ABC la mascletá ya no se realizará en el mismo lugar del Casco. Para tomar esta decisión, sin que se haya determinado aún el nuevo emplazamiento, ha sido necesaria la reunión de varias personas: el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, la concejal de Festejos, Carmen Jiménez, el vicealcalde, Ángel Felpeto, el deán de la Catedral, Juan Sánchez, y el delegado del patrimonio de la catedral.
En este encuentro también se acordó la restauración inmediata de la pieza del edificio eclesial que cayó a una altura de más de cinco metros, aunque, según declaró Felpeto a ABC, el coste de esta operación «será mínimo» porque la pieza tenía el «tamaño de un puño» y todavía no está claro si los gastos correrán a cuenta de las arcas públicas, de la empresa pirotécnica o del seguro contratado.
Como era de esperar, desde el punto de vista del vicealcalde, «no hay irresponsabilidad por parte de nadie», ni de la Concejalía de Festejos ni de la empresa pirotécnica. El edil explicó que los responsables de la mascletá detallaron antes de su inicio que los 10 kilos de pólvora empleada, misma cantidad que años pasados, tenían «una intensidad adecuada al espacio» en el que se desarrolló. «Nosotros nos fiamos de la palabra» de los expertos, afirmó el también concejal de Cultura.
No piensa lo mismo el PP, que ha señalado al alcalde como «único responsable» de los «daños producidos» ya que según denuncian los populares, el equipo de Gobierno no hizo caso a «las advertencias del PP y desestimó la petición de instalar un medidor de decibelios en la plaza». Según la concejal del PP, Marisa Martínez, esta no es la primera vez que la catedral primada sufre algún tipo de desperfecto después de la mascletá, ya que «el año pasado se desprendieron partes de las pinturas que adornan el techo de la capilla mozárabe».