A Barreda no le queda otro remedio que seguir usando su televisión para remontar en las encuestas e intentar mejorar su acabada popularidad
La televisión pública de Castilla-La Mancha tuvo un coste de 109 euros por cada hogar en 2009. Esto supone un 4 por ciento más que el ejercicio anterior según el IV Informe Económico sobre la Televisión Pública en España de Deloitte presentado durante la Jornada Anual de la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (UTECA).
Tras una historia de escándalos y denuncias por manipulación informativa, la televisión de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha sigue mostrándose como ejemplo de derroche económico en un ente público. El director de este medio de comunicación, Jordi García Candau, ha desatado numerosas polémicas. Algunas de las más sonadas fueron las mofas que hizo a las mujeres de la región, cuando las ridiculizó sobre sus gustos televisivos. Pero Candau tiene una larga lista de quejas públicas, especialmente por la gestión visiblemente censora y partidista que muestra en su canal, una televisión totalmente vendida al señor Barreda. Por ello, Candau tiene una recompensa bastante apetecible, que asciende a 120.000 euros por año.
La televisión de Barreda también ha sido protagonista recientemente por el atropello a la libertad de expresión que se ha cometido en Guadalajara. La Junta ha prohibido la recepción de Telemadrid en los hogares de la provincia alcarreña, a pesar de que la televisión madrileña tiene legalmente el permiso y un canal asignado para emitir en la comunidad limítrofe, al igual que RTVCM puede emitir por ley en su comunidad vecina. Pero la censura del gobierno manchego ha llevado a colocar equipos emisores ilegales en una torre de recepción de señal de televisión colocada en un pueblo guadalajareño.
Para realizar el cálculo del coste de RTVCM por cada familia castellano-manchega, el socio de Deloitte, Luis Jiménez, ha afirmado que el estudio divide el resultado de la televisión pública entre el número de hogares que reciben televisión.
El año 2009 fue un periodo especial para el sector audiovisual, en general, y las televisiones autonómicas en particular debido a la crisis económica y al efecto internacional como al efecto anticipado de la supresión de publicidad en TVE en el último trimestre del año. Así, los ingresos publicitarios de las televisiones públicas se redujeron en 240 millones de euros, de los 901.289 millones de euros en 2008 a 660.825 millones de euros en 2009.
