El ex presidente de la Generalidad de Cataluña y presidente fundador de CiU, Jordi Pujol, volvió a defender la secesión de Cataluña en un alegato público. Algo que ni siquiera dijo durante sus 23 años al frente de la Administración autonómica —Jordi Pujol admite que su giro soberanista constituye un «fracaso personal»–, y que nunca ha concretado más allá de una frase.
Sin embargo, en esta ocasión Pujol vuelve a mezclar aspectos racistas con su deseo de independencia de Cataluña. En una entrevista para un programa de TV3 –este martes 24 de enero de 2012–, Pujol señaló que:
De momento, no puede haber independencia mientras el camarero de Puigcerdá hable en castellano al negro que le habla como Pompeu Fabra.
En este sentido, el ex presidente autonómico consideró que lo que los nacionalistas llaman el encaje de Cataluña en España, y no es más que el encaje de los nacionalistas, es «inviable desde el año 2000». Curiosamente, año en que un Gobierno tenía mayoría absoluta en el Congreso para poder gobernar sin la necesidad de pasar por el chantaje de los grupos parlamentarios nacionalistas.
PIDE AYUDA A LA OPOSICIÓN NACIONALISTA
Por otra parte, este miercoles –25 de enero de 2012– Pujol pidió a los partidos nacionalistas, desde CiU a PSC, pasando por ERC e ICV-EUiA, que se mantengan unidos para salir de la situación «muy crítica» que atraviesa Cataluña.
En un escrito, firmado bajo las siglas del Centro de Estudios Jordi Pujol —La responsabilitat de cadascú–, el ex presidente autonómico sostiene que ahora no es el momento de hacer «politiquilla» ni de intentar quedar bien, sino de ayudar a salir del agujero.
«Por este camino podrían caer en el cinismo», advierte Pujol a los partidos de la oposición, que responsabiliza de la actual situación económica de la Generalidad.
Finalmente, como suele ser en los últimos meses, el ex líder de CiU reclamó al Gobierno que ponga fina a la «asfixia financiera» que, desde su punto de vista, sufre Cataluña. Y exigió que el Gobierno deje de pensar en España de forma centralista.