El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, se ha referido este lunes –13 de febrero de 2012– al uso que en su día tuvo que realizar de un intérprete de mandingo –la lengua hablada en Senegal, Costa de Marfil, Guinea, Guinea-Bissáu y Malí– para justificar su sensibilidad hacia las lenguas autonómicas. Una referencia de la que, al poco, ha tenido que pedir disculpas a los diputados de ERC y CiU.
Dívar ha protagonizado una polémica, buscada por Joan Tardà (ERC), durante su comparecencia en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados, en la que ha expuesto la Memoria del CGPJ.
Durante la comparecencia, Tardà y Mercè Pigem (CiU) se han quejado de lo que consideran poca utilización del catalán en la Administración de la Justicia, en sus resoluciones o a la hora de aceptar recursos en lengua catalana, como ocurre en el caso del Tribunal Supremo.
«REFERENCIA DESGRACIADA»
El presidente del Supremo ha recordado su respeto por lenguas como el catalán y ha señalado que una vez tuvo en su juzgado que contratar los servicios de la ONG Karibú, de inmigrantes africanos, para que le ayudasen en un caso en el que necesitaba de un traductor de mandingo.
«Retire o aclare esa referencia desgraciada a la lengua mandinga», ha bramado entonces Tardà, que ha considerado la anécdota «ofensiva» para los catalanohablantes —Más de 159 millones de euros gastados en política lingüística exclusiva en catalán–, que el diputado ha cifrado en diez millones, aunque son algo menos; mientras que los hablantes de mandinga podrían sumar hasta 15 millones.
Dívar se ha disculpado, no sin antes asegurar al diputado de ERC que una de sus lecturas preferidas es Salvador Espriu, en catalán. Y sin advertirle que habla eusquera, tal y como ha confirmado el diputado del PNV Emilio Olabarria, que tras la comisión ha confirmado que Dívar y él han charlado en ocasiones en vasco, ya que el presidente del CGPJ conoce esa lengua «en algunos aspectos».