Un PP «moderado» y «centrista». Rajoy, un pasito más «al centro». Rajoy «modera al antinacionalismo». O el PP se convierte al «españolismo moderado». Los mismos diarios que decidieron que el PP se había radicalizado, ahora, una vez llegado este a la Moncloa, y sin un solo cambio en su programa político, se rinden a los pies de Mariano Rajoy.
Lejos del poder político sigue haciendo frío. Tanto La Vanguardia como El Periódico abrieron a cinco columnas su edición del domingo –19 de febrero de 2012– con loas a Rajoy, que el sábado renovó su liderazgo al frente del partido con el apoyo de más del 97% de los congresistas que acudieron al XVII Congreso Nacional del PP —Y Mariano Rajoy ascendió a los cielos–.
Para el diario del Grupo Godó, en una crónica firmada por Jordi Barbeta —Rajoy da otro paso al centro–, Rajoy realizó en el congreso popular su discurso «menos ideologista [sic]» y su intervención «más centrada en los valores de la convivencia». E incluso, para el cronista enviado a Sevilla, el «talante» llegó al PP.
Eso sí, no falta parte de interpretación y sacar a colación a José María Aznar, que siempre cabe en un texto en el que hay que compensar elogios al PP:
«De las palabras de Rajoy se desprende que tiene muy presente lo que seguramente fue la peor experiencia de su carrera política, cuando en 2004 el PP pasó de la mayoría absoluta a la derrota electoral, no tanto por su candidatura a la presidencia del Gobierno, sino por la crispación que generó en la última fase de su mandato la actitud política adoptada por José María Aznar. Todo indica que Rajoy pretende evitar por encima de todo repetir aquellos errores».
«BILINGÜISMO»
Pero lo que más ha cautivado a los dos líderes de la prensa autonómica en Cataluña es que el PP, ahora, apueste por el bilingüismo en las escuelas. Así lo escribe Barbeta:
«Tras diversas ofensivas contra la inmersión lingüística, la ponencia social aceptó una enmienda sobre el derecho de los alumnos a recibir de manera equilibrada una enseñanza «en español y en el resto de lenguas cooficiales». La redacción ni siquiera contradice los postulados oficiales de la Generalitat».
No contradice los postulados «oficiales» de la Generalidad, pero sí los reales, los que pone en práctica, porque no se cumplen. No, al menos, en las escuelas de Cataluña, donde CiU impide que se aplique el bilingüismo.
Por su parte, El Periódico, que critica en lo general al PP, felicita cierto mensaje de Rajoy por mostrarse en uno de sus editoriales —El PP, en días felices— totalmente a favor de que «en el terreno doctrinal» los populares citen a España como «nación única pero plural», respeten la decisión del Tribunal Constitucional sobre el matrimonio de personas del mismo sexo y que «el disfrute del poder» haya «atemperado en el PP el lenguaje agreste de los tiempos de la oposición».
En el tema lingüístico, el diario del Grupo Zeta también se muestra sorprendido de que en el PP, ahora, «cuestionan la inmersión lingüística con menos ímpetu que en 2008». Como si hubiera grados a la hora de aplicar lo dictado por el Tribunal Supremo en cinco sentencias.
SÁNCHEZ-CAMACHO, ¿GANA O PIERDE PESO EN LA CÚPULA DEL PP?
Y para acabar de cerrar el círculo, en La Vanguardia también hubo espacio para loar a Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP de Cataluña y socio abstencionista necesario de CiU para la aprobación de los presupuestos de la Generalidad:
«La apuesta por la moderación se implementa desde el punto de vista catalán con el ascenso fulgurante de Alicia Sánchez-Camacho, otra centrista de la cordada de Javier Arenas, designada presidenta del comité electoral nacional. Nunca el PP catalán alcanzó un puesto de tanta relevancia en la dirección del partido, lo que pone de manifiesto el interés de Rajoy por cultivar el huerto catalán, prácticamente el único que se le resiste del mapa español. Sánchez-Camacho estará en la cúpula por doble motivo y además habrá tres catalanes más en la ejecutiva. Repite Jorge Fernández Díaz, hombre de confianza de Rajoy, y se incorporan Jorge Moragas y Dolors Montserrat. Cataluña pues gana peso y aumenta representación».
Un enfoque, en clave catalana, que no lo ve así El Periódico: «Alicia Sánchez-Camacho, estrella ascendente en el panorama político catalán por su decisivo condicionamiento del Govern de CiU, no logra, sin embargo, entrar aún en el núcleo duro del partido».