Una de las críticas más feroces que se hace a los políticos, en estos tiempos, es que no sean coherentes, que propongan una cosa y hagan la contraria. Los sindicatos no se libran de esta crítica.
Las centrales sindicales se han opuesto con manifestaciones y huelga a la reforma laboral del Gobierno de Rajoy. Pero no predican con el ejemplo y aplican la nueva normativa para despedir a sus trabajadores. La crisis pasa por encima de ideologías y reclamaciones sindicales.
Como en Madrid —UGT utiliza la reforma del PP para despedir a su plantilla–, la delegación de Cataluña de UGT anuncia que el sindicato ha puesto marcha el proceso de un ERE temporal que afectará a toda la plantilla. El Expediente de Regulación de Empleo, que afectará a 166 trabajadores (el 62% de la plantilla), se aplicará hasta 2014.
UN MES DE NEGOCIACIONES
Según informa Josep Maria Àlvarez, líder de UGT de Cataluña, esta medida se toma para poder «abordar los próximos dos años de gestión» del sindicato. De los 340 trabajadores totales, 40 de ellos que ocupan cargos como organizadores sindicales pasarán a tener un contrato fijo-discontinuo.
Además, un grupo de empleados del gabinete jurídico del sindicato reducirá 36 días su jornada laboral en los próximos dos años. Estos, en la línea de ahorrar gastos del sindicato, 59 tendrán una reducción salarial equivalente a la diferencia entre su salario y la cantidad del paro cobrado por los afectados del ERE.
A todo esto hay que añadir que la medida afectará al resto de la plantilla de UGT de Cataluña mediante una reducción de hasta seis meses de la jornada laboral prevista hasta 2014. Las negociaciones con el comité de empresa se iniciaron hace un mes.
174.000 AFILIADOS
UGT argumenta que la aplicación del ERE se debe a la disminución de los ingresos de los afiliados, los recortes en los programas de financiación y la disminución de las subvenciones públicas.
Entre la Generalidad de Cataluña y los ayuntamientos de la Comunidad, según datos del sindicato, le deben un total de 4,3 millones de euros en concepto de subvenciones desde el año 2009.
Pese al descenso de ingresos, Àlvarez asegura que la afiliación sigue creciendo, aunque a menor ritmo del que se producía antes del inicio de la crisis. El líder de UGT indica que el sindicato tiene actualmente 174.000 afiliados.
La delegación de Cataluña se une, así, a las de Castilla-La Mancha, Aragón o la Comunidad Valenciana, que ya han puesto en marcha ERE —UGT y CC OO están despidiendo a sus empleados con indemnizaciones de 20 días— en base a una reforma labora aprobada por el PP y contra la que han convocado una huelga general.