Sin elecciones y un patronato nombrado por la Generalidad que controle las universidades. Los nacionalistas quieren aprovechar las reformas y ajustes presupuestarios para colar de rondón la eliminación de los procesos electorales en la universidad.
La Generalidad de Cataluña está preparando una reforma de la gestión de las universidades. En el borrador de la misma queda establecido que los rectores y los decanos serían nombrados a dedo por nuevos órganos de gobierno, en los que el Gobierno autonómico tendría una presencia mayoritaria.
La comisión para el estudio de la gobernanza universitaria trabaja con un borrador elaborado por un grupo de diez expertos nombrados por el secretario de Universidades, Antoni Castellà (CiU), en el que propone cambiar de arriba abajo las universidades.
El documento, según publicó El País este miércoles –25 de julio de 2012–, busca modificar el sistema en cuanto a contenido, encaminando a las universidades de Cataluña hacia la especialización, ya que «un sistema uniforme como el actual no incentiva la excelencia».
SUPRESIÓN DE LAS ELECCIONES
Sin embargo, el punto más polémico es el de la supresión de los actuales órganos de los centros, como el consejo social, el consejo de gobierno y el claustro, por otros nuevos como un patronato, un consejo ejecutivo y un senado.
El patronato sería el encargado de tomar las decisiones importantes en la universidad. Fijaría la estrategia, aprobaría el presupuesto y nombraría al rector. Este órgano estaría formado por quince miembros, la mitad designados por la Generalidad. Por lo que las decisiones por mayoría simple estaría controladas (o bloqueadas) por el Gobierno autonómico.
El nuevo rector presidiría el consejo ejecutivo, que se encargaría de ejecutar las directrices marcadas por el patronato. Este consejo estaría formado también por 15 miembros, entre ellos vicerrectores, gerentes y decanos. Sería un órgano de gestión pero no de decisión.
Por último, el senado. Sería un órgano de carácter consultivo, parecido al actual claustro. Tendría alrededor de un centenar de miembros (70%, profesores; 20%, alumnos; y 10%, personal administrativo). Solo en este órgano habría representación estudiantil.
MENOS FACULTADES Y CON FINANCIACIÓN PRIVADA
Otro aspecto que cambiaría sería la estructura interna, que se organiza en facultades y departamentos. Se reduciría el número de facultades, cuyos decanos estarían nombrados por el rector y no por elecciones como ahora.
De la misma manera, se controlarían los campus para que estos «rindan cuentas», tanto en el tema financiero como en el de los «resultados contrastables» en la docencia y la investigación.
El texto señala, igualmente, que las universidades deberán buscar, por su cuenta, fuentes de financiación que no sean públicas. Y se apunta a una reducción de plazas de profesores funcionarios, en favor de los contratos laborales y de los docentes asociados.
CRÍTICAS MODERADAS
Dídac Ramírez, rector de la Universidad de Barcelona, rechazó la reforma en estos términos y defendió el sistema actual. «El sufragio universal da al rector legitimidad y le otorga autoridad», señaló al diario del Grupo Prisa. Para este rector, CiU quiere acabar con posibles directores universitarios críticos con la Generalidad.
Para el rector de la Universidad Rovira i Virgili, Francesc Xavier Grau, la reforma no apunta a más autonomía –como aseguran desde el partido nacionalista– ya que, desde su punto de vista, la pretensión de CiU es decirles «cómo tenemos que hacer las cosas».
El Consejo de Estudiantes de las Universidades Catalanas también rechazó el texto del borrador que maneja CiU, ya que «los alumnos, el colectivo más numeroso, quedan expulsados de los órganos de gobierno».
POR TRÁMITE EN CORTES GENERALES
La Generalidad espera poder tener listo el documento final en septiembre. Desde el departamento que dirige Castellà no se esperan grandes cambios hasta entonces y presentar el texto en octubre a nivel nacional.
Algunas de las modificaciones requieren de cambios en las Cortes Generales, como la elección del rector, por lo que CiU en el Congreso ya ha iniciado los trámites para que se puedan llevar a cabo las reformas legales para que la Generalidad tenga su modelo de universidades.