Cuando una información comprometida aparece casualmente publicada el mismo día en varios medios no es una exclusiva sino una filtración. Siempre interesada. Es de primero de Periodismo.
Y a eso parece que se está dedicando el clan Pujol al verse acorralado, a dejar caer una especie de lluvia ácida sobre el Partido Popular. Porque es un gobierno del PP el que ha puesto a los Pujol contra la espada y la pared después de más de tres décadas de mangoneos.
¿Cómo? Usando como cebo a dos personas interpuestas: el director del Gabinete de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, que es además pieza clave en las negociaciones bajo cuerda con CiU para salir del atolladero del 9-N; y el marido de María Dolores de Cospedal, el empresario Ignacio López del Hierro.
Ya resultó sospechoso que el viernes de la semana pasada varios periódicos en internet publicaran unos SMS como dardos directos al corazón de La Moncloa. Unos que Moragas se intercambió con Victoria Álvarez, la ex amante de Jordi Junior, que fue compañera suya en el instituto.
En ellos, la mano derecha de Rajoy no cometía ninguna ilegalidad, simplemente animaba a Álvarez a dar una entrevista y contar todo lo que sabía. «Salvarías a España», le decía. Corría noviembre de 2012.
Hubo medios que quisieron presentarlo como un escándalo y calificaron a Moragas poco menos que como un extorsionador, aunque la mayoría de la prensa no picó el anzuelo. Y, curiosamente, seis días después aparece lo del marido de Cospedal.
En este caso cambió, eso sí, el modus operandi. En vez de una filtración de SMS lo único que tuvo que hacer Jordi Pujol Ferrusola fue declarar ante el juez que tuvo negocios con López del Hierro y sentarse a esperar. Apenas tres días después… ¡bingo! varios diarios on-line abrían con la noticia.
Después llegó el desmentido del marido de la número dos del PP negando «rotundamente» haber tenido negocios con Jordi Pujol, pero la calumnia estaba lanzada. A coste cero, tan real como que el día de su declaración judicial Jordi Junior se fue a su casa sin medida cautelar alguna.
Por más trucos que los Pujol intenten, lo verdaderamente importante es de dónde han sacado la fortuna que han amasado en el extranjero. Ya que, según un escrito que presentó este jueves el fiscal Anticorrupción a la juez de Barcelona que instruye el caso, hay «una sospecha sobre la ilicitud de los fondos». Además expresa sus dudas sobre la coartada de la herencia, «al presentar tanto lagunas como contradicciones».
