Diario de un NO nacionalista

Las caras del discurso de Artur Mas

Las caras del discurso de Artur Mas
El 'president' Artur Mas. CT

“… esta tendencia a presentarse como un guía espiritual, como el Guía dispuesto a inmolarse en pos de una causa superior es el paroxismo de la degradación de las instituciones democráticas en Cataluña…”

Hay títulos de libros que resumen en gran medida lo que quieren exponer y, a veces, dicen mucho más de lo que el autor hubiese deseado, esa es la grandeza de la avasalladora infinitud de los juegos del lenguaje, esto le sucedió a la defensora de la ortodoxia secesionista (versión neoliberal CDC), Pilar Rahola, cuando público la hagiografía del que sería presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Aquella obra, diseñada para “humanizar” al hierático y ungido sucesor del pujolismo, se titulaba “La máscara del rei Artur”, únicamente, quizás por un error de imprenta, se dejaron por el camino la terminación “s” de las “mascaras…”, porque si hay algo cierto en este personaje, el peor presidente de la Generalitat que hemos sufrido los catalanes, y candidatos a este honor ha habido muchos, es su capacidad de representar gran número de personajes en muy poco espacio de tiempo, todo ello siempre desde un prisma obsesivo, desde una obcecación enfermiza hacia la propia supervivencia política y, lo que es peor, hacia un proyecto político que es tomado como un todo conformador, como una Misión histórica…

“…esa Gran Mentira llamada “construcción nacional” no es otra cosa que un programa de ingeniería social…”

Esta densidad del relato, esta tendencia a presentarse como un guía espiritual, como el Guía dispuesto a inmolarse en pos de una causa superior es el paroxismo de la degradación de las instituciones democráticas en Cataluña, es un síntoma de hasta qué punto se están interiorizando formas que poco o nada corresponden a los líderes democráticos y a las esencias democráticas.

Bien es cierto que, lamentablemente, cuando todo esto acabe, cuando se haya recuperado el “seny”, cuando los catalanes seamos conscientes de que esa Gran Mentira llamada “construcción nacional” no es otra cosa que un programa de ingeniería social, nos dejará unas pésimas externalidades sociopolíticas en forma de tolerancia hacia postulados que nada tienen que ver con la democracia, nos quedarán los posos de la tergiversación del lenguaje, del engaño sociológico y de la manipulación del relato.

El President Artur Mas, en poco más de siete minutos de discurso de Navidad ha encarnado todo lo dicho hasta aquí, en tan breve espacio de tiempo se ha podido vislumbrar cómo es la razón cínica todo lo que mueve y subyace al adalid del “procès”, cómo un representante puede ejercer de Soberano sin ser regente, cómo, desde un medio público, puede lamentar cuestiones como la pobreza y la desigualdad cuando, lo más probable, es que gran parte de los recortes sociales llevados a cabo por su gobierno hayan sido un método para tensionar a una sociedad ya de por sí tensionada.

“… se ha jugado –y se juega- con el bienestar de los ciudadanos para justificar el relato del “secesionismo económico”, para dar verosimilitud al “España nos roba”.”

El President ha obviado que ha sido precisamente su gobierno el que recortó ayudas básicas como el PIRMI acusando a los que sufren los embates de la pobreza de esta situación, que ha sido él quien ha racaneado con el pago a farmacias, a residencias de ancianos, a guarderías, que ha racionado las becas comedor, que ha cerrado alas enteras de hospitales, mientras abrías y sigues abriendo onerosas embajadas para difundir el mensaje secesionista… todos estos movimientos no tienen nada de inocente, se ha jugado –y se juega- con el bienestar de los ciudadanos para justificar el relato del “secesionismo económico”, para dar verosimilitud al “España nos roba”.

Pero el cinismo no acaba aquí, el Sr. Mas presenta a la Generalitat como ejemplo de transparencia y lucha contra la corrupción, ¿transparencia o instrumentalización?, nos encontramos ante la paradoja del “velo de la perversión”, parece que en los círculos del poder catalán se ha impuesto un velo que oculta la utilización perversa de todas las instituciones públicas y subvencionadas a favor de una causa ideológica minoritaria, parece que existe una “normalidad” secesionista en forma de magma que todos hemos de aceptar y, a partir de aquí, vivir en el simulacro del sofismo democrático.

“… la insistencia en continuar con un relato en el que se mezcla el cortoplacismo electoralista, el ansia colectivizadora y un mesianismo impropio de nuestros días.”

Como no podía ser de otra forma, la mitad de esos siete minutos y treinta y nueve segundos de discurso ha estado centrado en el plan soberanista, en la justificación de la consulta ilegal de 9 de noviembre que solo interesó a una minoría de catalanes, parece que el resto, ese más del 70% de catalanes preocupados por los problemas reales de las sociedad no cuentan para quien debería representarnos a todos

En esta parte de la exposición del President es tan preocupante como elocuente el cariz del problema creado por el nacionalismo en Cataluña, pero no solo por el contenido, sino también por el lenguaje empleado, por la obsesiva utilización de conceptos performativos, por la insistencia en mantener un artificial marco de referencia, por la insistencia en continuar con un relato en el que se mezcla el cortoplacismo electoralista, el ansia colectivizadora y un mesianismo impropio de nuestros días.

No solo me refiero a esa ponzoñosa utilización de la narración histórica con la reiterativa referencia al Tricentenario: “Por primera vez en tres siglos…” o a la maliciosa utilización de expresiones como “…los catalanes pudieron, incluso, votara a favor de la libertad de política de Cataluña…” (esto último es digno de estudio, ¿querrá decir que todos aquellos que fueron a votar en la esperpento-consulta y votaron “no” estaban en contra de la libertad?, entonces ¿cómo conciben la libertad?, ¿cómo algo propio de los territorios y no de las personas…?, ¿no necesitarían un curso acelerado de Ilustración y Democracia?).

Me refiero a dos de sus afirmaciones, la primera dice así “…La unidad nos da fuerza como país… tendríamos que tomar buena nota la unida suma y nos hace más fuerte…nos da moral de victoria, la unidad es lo que más teme el Estado…”, su esquema mental parece tendente a creer (o a crear) en un escenario de enfrentamiento con un “Estado” (del que él es su máximo representante en Cataluña), dónde solo la unívoca unicidad y ciega entrega puede llevarnos a una “victoria”… ¿esto es lo que los catalanes necesitamos?, ¿un dirigente más preocupado en crear alteridades y chivos expiatorios que en asumir sus propias responsabilidades políticas?, ¿un líder que defiende escenarios nihilistas en pos de sueños románticos y pesadillas nacionalistas?

La segunda de ellas es la que esconde esa soterrada tendencia hacia un totalitarismo soft, un totalitarismo institucionalizado (sociológicamente hablando):

“… El camino hasta el 9 de noviembre estaba lleno de obstáculos, muchos externos y algunos, lamentablemente, internos…”, parece que a mi President le incomoda la disensión, la diferencia, la discordia, la pluralidad, parece que el secesionismo solo acepta el matiz de quienes abrazan la fe nacionalista, cualquier demócrata afirmaría que “afortunadamente” hay quién aún se atreve a disentir, a enriquecer el debate, todavía hay quién se atreve a defender en voz alta su derecho y la libertad de todos, aún hay quienes creemos que la diversidad de opiniones beneficia y perfecciona nuestra democracia, que la unanimidad solo nos empobrece como sociedad, que hablar de “obstáculos (¿o enemigos?) internos”, de “quintacolumnistas”, de “traidores”, recuerda demasiado a los países del otro lado del “telón de acero” donde se confundía estado, ideología y pueblo.

Te puede interesar

ENCUENTRA LOS PRODUCTOS QUE TE INTERESAN

¡¡¡ BÚSQUEDA DE LAS MEJORES OFERTAS ONLINE !!!

Obtener los mejores resultados de tu búsqueda de productos

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído