La CUP se niega a apoyar a un 'president burgués'

Un atribulado Artur Mas intenta retener como sea la presidencia de Cataluña

Esquerra evita defenderle y subraya que lo importante es aplicar el proyecto

Un atribulado Artur Mas intenta retener como sea la presidencia de Cataluña
Artur Mas. CT

Convergència Democràtica de Catalunya ha tenido que salir en defensa de su líder apenas doce horas después del cierre de las urnas del 27S

Hoy mejor que ayer, pero menos que mañana. Así es como está la cosa, por mucho que TV3 se obstine en encubrir la derrota del proyecto plebiscitario y los diarios que paga Artur Mas hayan salido como si hubieran alcanzando la independencia (Fiasco de Mas, éxito formidable de Ciudadanos y batacazo brutal de Podemos).

El problema sigue y debemos resignarnos y aceptar que no tiene solución, ni a corto ni a medio plazo, pero ha bajado la presión y continuará descendiendo (Herrera ve imposible la unión de Junts Pel Sí y la CUP: «Son una izquierda del Tercer Mundo, violenta y troglodita»).

La respuesta de perfil bajo de Mariano Rajoy durante estos cuatro años ha sido inteligente, pero no es de recibo el inaudito silencio que guardó la noche del recuento.
Cierto es que tuvo más audiencia en televisión y seguidores en Twitter el bodrio ese de ‘Gran Hermano 16′ que los debates electorales de LaSexta, o TVE, pero estábamos con el alma en vilo y era obligado que el presidente del Gobierno saliera a poner los puntos sobre las íes.

Era el momento de arengar a todos y de forma particular a ese nutrido contingente de españoles a los que políticos y periodistas llevan años martilleando con la falsa tesis de que los independentistas son aplastante mayoría en Cataluña.

Si algo bueno ha tenido la campaña del 27S es que los que llevaban callados tres décadas, han subido la voz y ya saben que ni son menos ni están solos.

En cualquier caso, el de Rajoy es un pecado venial comparado con el mortal de Artur Mas, quien en un alarde de caradura se apropió hasta de los votos de la CUP, la tropa antisistema, probatasuna, antiespañola y antieuropea que se ha conjurado para descabezarlo.

Al ‘president’ se le ha puesto cara de ‘purísima’. Por primera vez desde 1984, Esquerra y Convergencia no suman mayoría absoluta. Aunque repitan que el independentismo reúne 72 escaños, hasta el estelado más entusiasta sabe que a esa cifra se llega rebañando la decena de diputados que aportan David Fernández y sus ‘sandalios‘.

Lo tiene crudo Mas renovar en el cargo y crudo se le puede poner a Pablo Iglesias de cara a las elecciones del 13 de diciembre. La número dos de la CUP, Anna Gabriel, ha asegurado este 28 de septiembre de 2015 que «el próximo presidente» de la Generalitat «no puede estar vinculado a recortes, privatizaciones o corrupción».

El partido antisistema no ha desvelado el sentido del voto de sus diez diputados, pero ha señalado que garantizará que el líder de la «república catalana» sea «una persona a la que no se identifique con los recortes», en referencia al actual presidente, Artur Mas. Es más, la CUP considera que Mas no es imprescindible.

Convergència Democràtica de Catalunya ha tenido que salir este lunes en defensa del liderazgo de Artur Mas apenas doce horas después del cierre de las urnas.

El coordinador general del partido, Josep Rull, ha defendido que Mas debe seguir «en primera línea» a pesar de que para ello va a necesitar el apoyo de la CUP, el partido de extrema izquierda que en campaña aseguró que no pensaba votar a favor de su investidura.

El liderazgo de Mas es un asunto capital para Convergència y fue, precisamente, uno de los motivos que llevó a fraguar la lista conjunta con Esquerra Republicana, Junts pel Sí, liderada por independientes pero con Mas como candidato a la presidencia de la Generalitat.

El mensaje en aquel momento era que el proceso independentista no podía seguir adelante si Mas no se mantenía como líder. Esto es precisamente lo que hoy está intentando su partido.

Sin embargo, Esquerra Republicana no se ha querido mojar esta mañana con la posibilidad de que Artur Mas sea de nuevo presidente de la Generalitat.

El resultado que arrojaron ayer las urnas obliga a los vencedores a buscar apoyos para gobernar, y el único que asume el mandato independentista es la CUP, que no quiere ni hablar de hacer a Mas presidente.

Lo tiene crudo Mas renovar en el cargo y crudo se le puede poner a Pablo Iglesias de cara a las elecciones del 13 de diciembre (Pablo Iglesias ha vuelto de Cataluña sin plumas y cacareando).

El líder de Podemos concurrió a las urnas catalanas con su típica ensalada -antisistema CUP, derecho a decidir PSC y español Ciudadanos- y se ha pegado el batacazo.

Tampoco estuvieron lucidos el popular Albiol o el socialista Iceta, aunque aguantaron el tipo.

El único que emerge triunfante de verdad es Albert Rivera y ahora lo que debe quitar el sueño a Rajoy es si podrá o no trasladar el éxito a las generales.

ALFONSO ROJO

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