Mas ha bromeado con el ministro: "Compartimos algo seguro, que es que estamos en funciones los dos. Yo ya llevo casi tres meses, o sea que paciencia. La complejidad del momento es la que es"
Dicen los más chistosos en Cataluña que tiene razón Artur Mas cuando dice que el pacto de Junts per Si con la CUP no se puede presentar como una ‘bajada de panatlones’:
«No miente Mas, porque los convergentes han ido desde el inicio a la negociacón con los ‘sandalios’ con los pantalones muy bien doblados y puestos en el antebrazo».
Tratando de ocultar esa evidencia, el presidente de la Generalitat en funciones insistió este 22 de diciembre de 2015 de que no se puede igualar el pacto a una «bajada de pantalones», lo que ha subrayado que vale tanto para Cataluña como para España.
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«No se puede identificar el pacto y la cesión que comporta como una humillación, o en palabras coloquiales, como una bajada de pantalones. Y esto vale para Cataluña y vale para España».
Eso dijo Mas en el discurso de clausura de la entrega de los Premios Ferrer Salat y las Medallas de Honor de Fomento del Trabajo, tras la intervención del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, que ha instado al diálogo para encontrar una solución de encaje de Cataluña en España:
«Hay puentes dañados, pero ninguno se ha roto».
El presidente catalán tras las palabras de Margallo, y en el marco de meses de negociaciones con la CUP para conseguir su apoyo para investirlo, ha dicho:
«A veces pasa que en la cultura política del Estado, el pacto y la cesión que comporta el pacto se considera como una humillación, y esto no permite escuchar y pactar como haría falta. Y escuchar y hablar a partir de lo que dicen las urnas, no de lo que dicen las leyes, y no sólo en Cataluña».
Mas ha hecho referencia al «momento de altísima complejidad en Cataluña pero ahora también en España», y ha recomendado paciencia, perseverancia y determinación.
Mas ha bromeado con el ministro:
«Compartimos algo seguro, que es que estamos en funciones los dos. Yo ya llevo casi tres meses, o sea que paciencia. La complejidad del momento es la que es».
Puentes dañados, «pero no rotos»
En su discurso, el Margallo ha abogado por encontrar una solución al encaje de Cataluña en España:
«Hay puentes dañados, pero ninguno se ha roto. Ha habido desencuentros, pero no despedidas irreversibles».
El ministro ha citado a Francesc Cambó:
«Hoy la labor de buscar una solución de concordia al problema de Cataluña se nos muestra rodeada de dificultades que parecen invencibles y para el éxito de esta empresa se precisa de un periodo de serenidad en el que el buen sentido prevalezca por encima del apasionamiento de unos y de otros».
Ha añadido que este buen sentido y el diálogo debe ser «siempre dentro de la ley», y ha sostenido que España no puede permitirse un periodo de indefinición política que dé al traste los avances que se han conseguido en los últimos años a base de sacrificios.
Margallo ha constatado que España se ha adentrado en un nuevo tiempo político, y ha considerado que es urgente hablar entre todos «con generosidad, amplitud de miras y en vistas por el interés común de España» y no de los intereses de las diferentes formaciones
