El separatismo catalán llega a los rincones más insospechados, pero lo que han hecho las huestes de Anna Gabriel en Manresa no tiene parangón. La idea en esta ocasión parece parida (nunca mejor dicho) de vaginales reflexiones. Ahora entenderán por qué.
Resulta que a la CUP no le gustan ni los tampax ni las compresas tradicionales. La izquierda alternativa pedirá en el pleno de este 21 de abril de 2016 en el Ayuntamiento de Manresa que las jóvenes sustituyan estos instrumentos de higiene femenina por otros más ecológicos como «copas menstruales, compresas de ropa o esponjas marinas».
En una moción para «la mejora de la vida en el ámbito de la salud sexual de las mujeres jóvenes», los tres concejales de la CUP en Manresa denuncian que los tampones y compresas industriales son «insostenibles ecológicamente» y tienen «un precio excesivo». También consideran que «el ciclo menstrual está lleno de mitos».
Por eso, la izquierda alternativa quiere que en todos los institutos de la ciudad se ofrezcan «talleres disgregados por sexos donde se explicará el ciclo menstrual de las mujeres, cómo convivir con éste de una manera saludable y cómo establecer una buena relación entre la persona y el comportamiento de su cuerpo».
La idea de la CUP, que también denuncia que las empresas privadas «publicitan sus productos muchas veces perjudiciales para la salud de las mujeres, es que a partir del curso 2017-2018, las jóvenes de Manresa puedan recibir formación «para poder ejercer el sangrado libre».