Los 'gorialas' independentistas intentar destrpozar el primer gran acto de la formación naranja en Cataluña

Albert Rivera se viene arriba cuando irrumpen los reventadores de la CUP en el mitin de Ciudadanos

"Ciudadanos ha crecido así, en este ambiente, con amenazas de muerte"

Aquí tengo a mi padre también, que hoy es su cumpleaños por cierto, aguantando pintadas en la puertas de casa de mis padres

Una banda de ‘gorilas’ independentistas, militantes feroces de la antisistema CUP que gobierna Cataluña al alimón con el burgués Puigdemont y los de ERC, ha interrumpido el primer gran acto de campaña de Ciudadanos, que la formación celebraba el mediodía de este sábado en Barcelona.

Durante la intervención del líder de la formación, Albert Rivera, una veintena de exaltados ha irrumpido en la ensena a gritos de «independencia, socialismo y feminismo».

Aunque durante los primeros segundos hubo incertidumbre entre los asistentes al mitin y los gritos lograron provocar unos momentos de silencio del líder de los naranjas, lo cierto es que Rivera se vino arriba y pidió, sarcásticamente, tanto a los asistentes al acto como a los encargados de seguridad que dejasen a los violentos manifestarse:

  «Este es un ejemplo de las libertades de Cataluña».

«Bravo, bravo, déjenles», decía Albert Rivera, para después explicar a los presentes que «la libertad en Cataluña es esto».

«Ciudadanos ha crecido así, en este ambiente, con amenazas de muerte. Aquí tengo a mi padre también, que hoy es su cumpleaños por cierto, aguantando pintadas en la puertas de casa de mis padres».

Y mientras Rivera daba a los exaltados la «bienvenida a la democracia», la seguridad del acto se ha llevado casi en volandas a los violentos.

Los asistentes han respondido a los alborotadores a gritos de «yo soy español, español, español».

Uno de los alborotadores ha lanzado publicidad electoral y pasquines de la CUP.

El acto, tras el susto protagonizado por los miembros de la CUP, el candidato de C’s ha retado a CDC y a ERC «a contar los votos» que consiguen estas dos formaciones independentistas en los comicios del 26 de junio.

«Somos más los catalanes que queremos reformar España que los catalanes que quieren romper España», ha exclamado en el acto electoral en el Parc Central del distrito de Nou Barris -en las pasadas elecciones Ciudadanos fue el partido más votado en este distrito tal y como ha constatado ESdiario- ante más de medio millar de asistentes, en el que también ha participado el candidato del partido por Barcelona, Juan Carlos Girauta, y la líder de C’s en Cataluña, Inés Arrimadas.

Rivera ha pedido al presidente de la Generaltiat, Carles Puigdemont, y a su antecesor, Artur Mas, que «abandonen la vía separarista y opten por la concordia».

No es la primera vez que Rivera ni los representantes de su partido se enfrentan a los gritos callejeros. A cada acto al aire libre de la formación emergente en Cataluña le suele acompañar algún grito de «¡fascista!» que apagan los aplausos del público.

Ciudadanos tiene en Cataluña uno de sus grandes graneros electorales. Ahí lidera la oposición autonómica con los 25 diputados que logró Inés Arrimadas el 27-S.

Ahí logró cinco diputados en las elecciones generales del 20-D, y aspira a sumar más bajo el liderazgo de Juan Carlos Girauta.

Y ahí, en Cataluña, apela a las raíces catalanas de su candidato para dar un estirón electoral que le permita neutralizar hipotéticos bajones en otras circunscripciones de España.


Críticas a las alcaldesas del cambio

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y Ada Colau, su homóloga de Barcelona, son dos de los mejores activos electorales de Podemos de cara a las elecciones generales del 26-J. En sus tres primeras intervenciones en campaña, Rivera ha protagonizado duros ataques contra ambas.

Si en Madrid, en el acto de apertura de campaña, criticó «las ocurrencias» de Carmena y le afeó los datos de paro de la capital, este sábado Rivera ha puesto la diana en Colau.

«La señora Colau piensa que el cambio en Barcelona es pagarle los edificios a los okupas y hoteles de lujo a Varoufakis», dice Rivera. «¿Por qué los barceloneses de sus impuestos tienen que pagar edificios a okupas?», se pregunta. «Si el cambio a mejor es prohibir las terrazas, eso es no tener ni idea de lo que es Barcelona, es tener sectarismo e intransigencia».

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