El testimonio es de los que pone los pelos de punta porque el cáncer del separatismo catalán ha llegado al estadio de metástasis en los Mossos –Mossos de paisano alertaron el 1-O a los militantes independentistas de los movimientos de Policía y Guardia Civil-.
Un agente cuenta este 5 de noviembre de 2017 al diario El Mundo como los mandos del cuerpo autonómico de seguridad en Cataluña ha emprendido una feroz cruzada contra todos aquellos efectivos que no comulgan con la rueda de molino del independentismo –La amenaza del Mosso ‘el Tigre’ a un chófer de autobús por ondear una bandera española-.
Según este número de los Mossos:
En la comisaría de L’Hospitalet los mandos no son policías, son políticos. Los mossos de esa comisaría, la escala básica, estamos casi todos con la ley, con la Constitución. Somos charnegos y hablamos normalmente en castellano, esto es el área metropolitana de Barcelona. En cambio los mandos son comisarios políticos que te exigen obediencia ideológica, y que no se cortan a la hora de exigirla. Pero todo tiene un límite.
Según el agente, refiriéndose a lo sucedido el 1 de octubre de 2017, el día de la votación ilegal en Cataluña, esta fue la situación que se vivió en Hospitalet de Llobregat:
La consigna era no requisar urnas, no meternos en berenjenales, como ellos decían. Los mandos están posicionados con el secesionismo y decidieron incumplir las órdenes de Fiscalía con absoluta desfachatez. El problema es que al menos dos parejas de mossos sí quisieron cumplir con la ley, y decidieron quitar las urnas. De manera deliberada se dejó que fueran rodeados por la masa, con la consiguiente coacción. Estos compañeros pidieron auxilio varias veces por la emisora.
Lo más grave viene ahora, cuando los jefes niegan la ayuda a los agentes acorralados:
El jefe, [Jaime] Monterde [subinspector de Seguridad Ciudadana], dijo por la emisora: ‘Que no se mande a nadie’ Los de transmisiones se quedaron, lógicamente, perplejos. Luego, para disimular, dijo que le pasaran aviso al jefe regional de turno, para ver si se podía enviar a la brigada móvil de antidisturbios. Todo el mundo sabía en ese momento que en la brigada móvil antidisturbios ese día estaban todos o bien de vacaciones o de asuntos propios, que se habían quitado de enmedio. Así que el jefe dijo: ‘Pues que llamen a la Guardia Civil’ Nadie, no obstante, llamó a la Guardia Civil.
Luego relata como se trató a una de las patrullas y la bronca que le cayó a un agente:
Pues lo que pasó con la segunda de ellas fue que Monterde tuvo la desfachatez de llamar a uno de los agentes aparte a su despacho, quitarle el móvil para que no le grabara, echarle una bulla por intentar coger urnas y enviarle a prestar servicio en los calabozos. Por cumplir con su obligación como policía.
El efectivo de los Mossos sabe perfectamente cuál será la repercusión de sus declaraciones:
Hay cosas que están grabadas. Monterde, por ejemplo, llamó por la emisora ‘hijos de puta’ a los policías que estaban desalojando gente del colegio Can Vilumara. Se quedaron todos callados y se oyó al intendente pidiendo decoro en las comunicaciones. Pero vamos, que este señor no tiene autocontrol siquiera, ha sido visto en la comisaría escupiendo literalmente a la bandera de España… Y luego, tiene colocada una unidad perpetua en la sede del PDeCAT, como gesto de lealtad. Es politización constante, no se puede trabajar.
Y ofrece los nombres de otros mandos implicados en este despropósito:
El intendente, Josep Lluís Grasa, que ha dado cobertura a todo esto, a la desobediencia. También el subinspector José Carlos Burgo, que ante 45 agentes dio orden de no actuar el 1-O. Y, por estos mismos hechos, el sargento Josep Lluís Vidal, que antes estuvo en la División de Asuntos Internos, la DAI, otro brazo político que usan de manera discrecional.
Explica cómo se acosa a quien no pasa por el aro separatista:
En los Mossos, además de que los mandos persiguen a los agentes no independentistas, se usa la jerarquía de manera represiva, y ahí siempre está la DAI. Es un comisariado político. A la mínima que discrepes, te la echan encima. Te suspenden de empleo y sueldo cuando te niegas a hacer lo que ellos quieren. Muchos compañeros tienen más miedo a la DAI que a un juez, se manejan sin garantía ninguna. Para desacreditar a algún agente, llegan a pedirle a quien has detenido que te denuncie. Son parte del clima de lealtad y adhesión a sus postulados ideológicos. Quien no pasa por el aro, que se olvide de aprobar nada en procesos internos. Mérito y capacidad ninguno. El proceso selectivo es arbitrario, las entrevistas son la clave en el proceso, con la consiguiente discrecionalidad.