El ministro Wert ha llegado a calificar la temida prueba de "anomalía" porque en los países del entorno no se da
Como señala ‘ESD‘,de nuevo, a las barricadas educativas.
«Comunidad Valenciana, Murcia, Galicia, Canarias, Castilla y León… en varias regiones la troupe universitaria ha aprovechado las pruebas de selectividad para plantar cara otra vez al ministro José Antonio Wert y, por extensión, a Mariano Rajoy».
La polémica está servida. Habrá quien lo considere adoctrinamiento y quien, por contra, apele al espíritu crítico que la universidad lleva impreso en su ADN.
Sea como fuere, la cuestión es que el profesorado ha colado en los exámenes a los que se enfrentan miles de estudiantes alusiones expresas a la crisis, los recortes, la corrupción y hasta los escraches.
El caso más sonado es el de la Comunidad Valenciana, hasta el punto de que ha provocado la queja de los populares.
Allí los aspirantes se toparon el martes con un duro artículo para analizar del periodista de ‘El Mundo’ Pedro Simón.
«Antisistema son los que en privado hacen acopio de lo público. Antisistema son los presidentes de Gobierno que no admiten preguntas, acostumbrados ya a no tener que responder nunca de nada; antisistema son los que utilizan las instituciones como fueraborda y no como salvavidas; antisistema son los que con una mano juran la Constitución y con la otra le hacen un tacto rectal».
Y de tierras valencianas a murcianas, con el acoso a los políticos como tema estrella de la mano de un artículo de Julia Navarro en el que se leían cosas como éstas:
«Resulta insoportable que los recortes en Sanidad estén poniendo en cuestión uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Resulta insoportable que la falta de ayudas en Educación hayan provocado la salida de la Universidad de cientos de jóvenes cuyos padres no pueden pagarles los estudios. Resulta insoportable que la reforma laboral haya aumentado el paro. Resulta insoportable que mientras tantos millones de personas sufren los responsables políticos parezcan instalados en una burbuja fuera de la realidad».
«La marea negra»
En Canarias entre los textos propuestos a los estudiantes figuraba uno de Isaac Rosa en Público de febrero de 2012 en el que, como es habitual en él, cargaba las tintas contra «la marea negra de los recortes» y culpaba a «los ideólogos del shock» de aprovechar la crisis para «llevarse por delante el Estado de Bienestar».
He aquí otro de sus párrafos:
«Para marea, la marea negra que tiñe comunidades autónomas y ayuntamientos y que amenaza con cubrir de chapapote todo lo público, a base de reducciones presupuestarias y de personal, cierre de servicios, deterioro de la calidad y privatizaciones. Una marea pegajosa que no respeta nada, que ennegrece las líneas que antes eran rojas y se lleva por delante todo aquello que creíamos intocable».
En Castilla y León, cuyos estudiantes también se han enfrentado a la selectividad esta semana, figuraba en el examen de Lengua un editorial de ‘El País‘ –Pobres pero conectados– en el que el diario de Prisa criticaba el desmedido uso de smartphones en un país que pasa hambre.
«Dicen las estadísticas macroeconómicas que la demanda interna española está hundida en la miseria. Por bajar, hasta ha bajado el consumo de alimentos, lo que da idea de la crudeza de esta recesión en la que estamos inmersos. De ahí que resulte paradójico que los españoles seamos, sin embargo, los europeos que más gastamos en los carísimos teléfonos inteligentes».
La Galicia de Alberto Núñez Feijóo tampoco se libra de los mensajes subliminales del profesorado universitario.
A sus estudiantes les dieron a elegir entre un texto de la escritora y columnista de ‘El País‘ Rosa Montero sobre la crisis y el hambre; y uno de Manuel de Castro en el que aprovechaba la confesión del ciclista Lance Armstrong para escribir con bala:
«La capacidad de numerosos personajes estadounidenses para admitir en público sus errores es encomiable y un ejemplo. En España, esto no sucede en el dopaje pero menos todavía ante la creciente corrupción política y financiera. Jamás en las últimas décadas un personaje público español lleno de basura ha dado la cara para reconocer sus trampas y menos todavía pedir perdón a sus conciudadanos. Jamás. La consigna es enfrentarse a todas las pruebas en contra con una sonrisa y manteniendo la mentira. Y hacen bien, porque aquí no va a la cárcel ni dios».
En Baleares la polémica no ha estado en la selectividad en sí -había un texto de Javier Marías pero sin carga de profundidad-, sino en los textos con cierto ramalazo independentista que en las semanas previas repartió la Universitat de les Illes Balears a los alumnos para que se entrenaran. Como éste:
«España vende el discurso de la nación de naciones… una gran mentira repetida muchas veces que acaba pasando por una gran verdad».
Madrid y Asturias, dos de las comunidades más madrugadoras -los exámenes fueron la semana pasada- esquivaron cualquier polémica con textos de Fernando Savater sobre la excelencia y del filólogo venezolano Ángel Rosenblat sobre el uso del castellano y la «unidad hispanoamericana».
Tampoco en la díscola Cataluña ha habido problemas, si no se meten en ese capítulo las pifias perpetradas por el profesorado.
El diario la Vanguardia publica que los alumnos catalanes han encontrado varios errores en los enunciados de las preguntas en los exámenes de Matemáticas, Geografía, Historia del Arte, Latín y Química. Algunos de estos errores estaban en los enunciados de las preguntas otros sin embargos estaba en las soluciones lo que les ha dificultado varios problemas a los estudiantes.
Una de las más graves estaba en el examen de matemáticas puras para los alumnos de ciencias. En la primera pregunta que valía dos puntos, pedía resolver una triple ecuación. Una de ellas era cx-by+2x, cuando debía ser cx-by+2z. A mitad de prueba los examinadores advirtieron de que debía cambiarse una de las incógnitas de la ecuación.
La prueba de Geografía de la Selectividad también contenía un error en una cifra económica sobre los flujos de inversión extranjera referidos a España, en la que se ha añadido un número de más. La cifra que se ha dado a los alumnos era 64.2644, con un 4 de más, lo que provocó la indignación de los estudiantes.
En las asignaturas de Latín y química también se encontraron errores. En el caso de Latín uno de los ejercicios incluía un texto con ocho espacios. Estos ocho huecos tenían que rellenarse con una palabra, pero el ejercicios solo daba siete palabras para elegir.
En el caso de Química, los estudiantes afirman que hubo un problema en la formulación de un enunciado.
Para la semana que viene quedan como las más rezagadas Andalucía y Extremadura. Habrá que esperar para ver si el profesorado de ambas tiene preparada alguna sorpresa.
¿Larga vida a la selectividad? No según la nueva ley educativa, que la suprime. El ministro Wert ha llegado a calificar la temida prueba de «anomalía» porque en los países del entorno no se da.