Desde papeleras-urnas para que los madrileños voten depositando colillas, a vender botellas vacías para rellenar en las fuentes públicas de la capital
Coincidiendo con el primer aniversario de las elecciones municipales que propiciaron -a pesar de la victoria del PP en las urnas- la llegada de Manuela Carmena a la Alcaldía de la capital, la ex jueza hizo ayer balance de su gestión.
«Está ya en marcha un ayuntamiento diferente», señaló en un desayuno con periodistas.Y mirando al futuro, ofreció algunas pistas de proyectos que tiene en mente desarrollar a partir de ahora.
Muchos de ellos, en clave gastronómica. Por ejemplo, multiplicar el número de huertos escolares. La alcaldesa quiere que a finales de este año haya 240 huertos en colegios e institutos de la ciudad, lo que supone un incremento relevante desde los 136 actuales.
Ya se ha creado una comisión transversal entre las áreas de Medio Ambiente y Cultura que permita dotar a estos huertos de una dimensión pedagógica.
Para dar ejemplo, el equipo de Ahora Madrid ya cuenta con su propio huerto en la azotea del Palacio de Cibeles. Carmena relató cómo ya han instalado esta huerta y que los concejales ya han podido disfrutar de sus primeros frutos, a pesar de que no tienen «muy claro» si se trata de «lechugas o acelgas».
Una idea derivada de ésta, según Carmena, permitiría articular una feria infantil para que los alumnos de cada uno de los colegios con huerto puedan presentar al resto sus productos -«tomates y lechugas», enumeró a modo de ejemplo la primera edil- y venderlos.
Para el próximo año, y dentro de las alternativas extraescolares a ofertar, Carmena avanzó su intención de introducir en las aulas talleres para enseñar a guisar a los niños con el fin de que sepan elaborar «una sopa, una tortilla o rosquillas».
Además, el Gobierno de Ahora Madrid también tiene previstas obras en el interor de la Casa de Vargas para convertir el interior de este espacio en« la primera biblioteca de gastronomía del mundo».
Avanzó también una idea que formulará hoy en el Pleno para que todos los mercados municipales cuenten con una churrería, siguiendo el ejemplo de que sucede ya en el de Prosperidad, en el que una importante cadena de churrerías ha adquirido un local.
Al margen de los detalles gastronómicos de su programa para los próximos meses, la alcaldesa apuntó, sin entrar en detalles, otras iniciativas en ciernes: en algunas tiendas se podrán adquirir botellas con el letrero «Agua de Madrid» para rellenarlas en las nuevas fuentes que se instalarán; la Quinta de los Molinos se transformará en un espacio centrado en actividades infantiles donde a partir de junio habrá todos los fines de semana títeres y talleres para los más pequeños; los colegios abrirán este verano por primera vez en agosto para ofertar campamentos y garantizar que todos los niños comen en periodo vacacional; o la instalación de ceniceros-urnas, como el instalado a modo de prueba en la calle Bustamante que trata de conocer cuál de los equipos de Madrid que juegan este sábado la final de la Champions es el favorito para los vecinos de la ciudad en función de en qué urna depositan más colillas. Confirmó asimismo su intención de que la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles se conviertan en un jardín abierto que comunique las calles de Alcalá y Montalbán.
