No dejabas de mirarme y eso asusta, así que cuando te miraba te desafiaba, quería que vieras mi hostilidad, que no se te ocurriera acercarte
Una de las polémicas de la semana en redes sociales, la carta de búsqueda aparecida por las calles de Murcia en la que un joven trata de conocer a la «chica del tranvía» de la cual habría quedado prendado tras establecer contacto visual durante un trayecto en el transporte público, ha tenido un nuevo capítulo en las últimas horas.
En la misma ciudad ha aparecido una nueva misiva, teóricamente de respuesta por parte de la «chica del tranvía», apelativo con el cual aparece firmado el anónimo.
La carta, cuya identidad obviamente no puede ser confirmada, relata desde el punto de vista femenino lo ocurrido en el tranvía, explicando lo que habría sido una más que negativa impresión por parte de la protagonista de los hechos.
«Ojalá aquella noche (…) no me hubiera subido al último vagón del tranvía. Me acompañaban mis amigas y sólo quería llegar a casa para dormir de las fiestas, así que, cuando se bajaron, me senté en los sitios que dejaron. Estaba agotada y sin embargo no hay descanso para las mujeres, ni siquiera en el transporte público».
«No me sorprendía que un extraño me mirara más de lo normal; no es la primera vez, pero nunca te acostumbras, prestas atención a tu alrededor, valoras el riesgo de la situación, esperas que no se te acerque y cuando llegas a casa escribes a tus amigas para que sepan que estás bien».
«Por suerte no iba sola contigo en el vagón. De ser así me habría bajado inmediatamente».
«No dejabas de mirarme y eso asusta, así que cuando te miraba te desafiaba, quería que vieras mi hostilidad, que no se te ocurriera acercarte».
«Sentí alivio cuando vi que ibas a bajarte», confiesa, lamentando que en un último intento «tuviste que insistir, así que desvié la mirada mientras hacías gestos para que me bajaba contigo».
«¿Estás loco?», pregunta la chica del tranvía a continuación, reflejando que «te ignoré, te rechacé».
«No te rindes. No lo entiendes, ¿no? Ahora toda Murcia está empapelada con tu declaración ‘de amor’ reclamándome para ti, pero no es más que una declaración de acoso», concluye, asegurando:
«Si de verdad quieres sacarme una sonrisa, deja de buscarme, déjame, no insistas más».
La carta se ha vuelto a hacer viral, completando una historia con la cual muchos se han planteado si se trata de un episodio de amor o de acoso.
