José María Pardo Suárez casi atropella antes a Ramón, en el paso cebra

El conductor de 18 años que mató de un puñetazo a un anciano iba con una prostituta

«Le di un empujón porque él me iba a dar un garrotazo a mí como antes le dio al coche»

El conductor de 18 años que mató de un puñetazo a un anciano iba con una prostituta
José María Pardo Suárez. TT

Está en su derecho, pero produce vergüenza ajena la estrategia que el matón, sus parientes y abogado están organizando, para tratar de eludir la terrible responsabilibad que conlleva haber provocado la muerte de un indefenso anciano de 81 años en un paso cebra.

Se agarran a que son gitanos, acusan a la víctima de ser racista y niegan hasta lo evidente, tratandoi de encubrir de paso a alguna de las personas presentes en el suceso.

Por el momento, prisión comunicada y sin fianza por un delito de homicidio doloso. Así lo ordenó este 24 de mayo de 2017 el titular del Juzgado de Instrucción nº3 de Torrejón de Ardoz (Madrid) para José María Pardo Suárez, el conductor acusado de matar de forma violenta a un anciano tras una discusión de tráfico.

Le propinó un puñetazo en el rostro cuando la víctima, de 81 años, que se llamaba Ramón y acababa de superar un ictus, cruzaba por un paso de peatones y le recriminó que iba demasiado rápido.

Cayó de espaldas debido al golpe y se daño la cabeza, lo que provocó que el octogenario muriera en el acto.

El conductor, que es de etnia gitana, se acaba de sacar el carnet y es un muy violento, tiene 18 años.

En el momento del incidente, para justificar la tremenda velocidad a la que circulaba, masculló en la avenida de Los Fresnos, donde ocurrieron los hechos: «Mi padre ha muerto, tengo prisa».

No era cierto. Su padre fue poco despues, vivito y coleando, a  comisaría ya que él había sido identificado; por eso se entregó cinco horas después del suceso, ocurrido a las 12.15 horas.

Este miércoles declaró ante el juez por la mañana y negó que le hubiera dado un puñetazo al anciano:

«Le empujé porque él me iba a dar un garrotazo a mí como antes dio al coche».

Lo único que reconoció era que iba «muy rápido».

En cuanto a la chica que acompañaba, indicó que «era una prostituta» y no quiso decir ni su nombre.

Todo apunta a que trata de encubrirla. La chica, al ver caer desplomado al anciano, se acercó a él y le dijo: «¡Vámonos que bastantes problemas tenemos ya!».

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