Se la están montando y gorda a Carmen Lomana los ‘progres‘ de las redes sociales, pero lo que dice es simplemente la verdad: por cada horror y cada crimen perpetrado por un bando en la Guerra del 36, hubo otro paralelo ejecutado por el otro.
El madrid republicano, que tanto se alaba desde la ignorancia, fue un infierno de crueldad repleto de ejecuciones y chekas (El PP exige que el recorrido turístico del Madrid republicano incluya las siniestras checas comunistas y C’s se abstiene).
Los fusilamientos franquistas en Badajoz, fueron un palido reflejo de la masacre perpetrada por Santiago Carrillo y los comunistas en Paracuellos (Alfonso Ussía: «A los 81 años del asesinato en Paracuellos de mi abuelo Pedro Muñoz-Seca»).
Aterradora foto de fusilamiento en Paracuellos.
Esto no es «Memoria Histórica».
El «Memo» decide qué es Memoria Histórica y qué no.Para algunos, todos los muertos no valen lo mismo. pic.twitter.com/UnKoMWrU3I
— La Maza (@LaMaza4) 7 de septiembre de 2018
Y el bombardeo de Guernika, que tanto juego ha dado y que inspiró al propio Picasso tuvo su contraparte en el bombardeo de Cabra, un objetvo sin valor militar y alejado del frente, donde los aviones republicanos dejaron 109 muertos y 200 mutilados.
.@Carmen_Lomana, sobre la exhumación de Franco: “Vengarse de los muertos es de cobardes” ▶https://t.co/897gn9dxri #Laberinto4Septiembre pic.twitter.com/S0RTgInuYA
— Espejo Público (@EspejoPublico) 4 de septiembre de 2018
La empresaria ha echado mano del pasado para recordar la Guerra Civil y lo mal que lo pasaron sus abuelos en aquella época (Podemos, Carmena y los compinches del PSOE quieren ganar la Guerra de 1936).
Además, ha atacado a los republicanos.
Eso sí, ha asegurado que no es franquista ni mucho menos:
«¡Yo qué voy a serlo! ¡Si a mí me pilló de pequeña!».
«La Guerra Civil estalló porque no hay quien aguantara lo que estaban haciendo. Estaban matando a la oposición… A Calvo Sotelo… Y a los otros dos no, porque no los pillaron… Ésos eran los guardaespaldas de Indalecio Prieto. Ahí es cuando dijeron que no podían seguir así. A los católicos… Vamos, un holocausto. Quemaban iglesias, monjas y curas. Las violaban… Hicieron de todo… ¿Y eso no es memoria histórica?».
Hace Carmen Lomanasus declaraciones a El Mundo:
«Entonces, ¿qué pasa? Aquí memoria histórica tenemos todos. Los republicanos han matado a espuertas y han hecho barbaridades. No sólo durante la Guerra Civil, sino también antes».
Hay que proponer que en ese ‘Tour por el Madrid Republicano’ que promociona el Ayuntamiento de Carmena, incluyan los podemitas las 345 chekas donde torturaban al personal https://t.co/aFE1HNulV7
— Alfonso Rojo López (@AlfonsoRojoPD) 27 de agosto de 2018
La socialité rememora lo que sufrieron sus abuelos:
«Los milicianos quemaron la casa de mis abuelos cuando vinieron de Cuba a veranear. Mis abuelos vivían en La Habana e hicieron sus casas en España… Ya sabes… Era una manera de demostrar que habían triunfado en las Américas».
«Un día de julio, cuando mi abuelo acababa de volver por vacaciones con su familia, le dijeron que sí tenía dinero, que era un fascista venido de América y no sé qué. Por la noche, cuando estaban todos durmiendo, prendieron fuego a la casa. Estaba mi madre, que tenía once años… Imagínate lo que fue».
Aquí un resumen de las chekas de tus amigos y sus torturas.https://t.co/EwBMM8i9OT
— crypto shmeckles (@cryptoshmeckles) 6 de septiembre de 2018
Carmen ha confesado que su madre Fefa nunca superó ese momento:
«Mi madre nunca pudo hablar del tema. Tenía tal trauma… Los que se salvaron se tuvieron que huir al monte para esconderse. No sabían donde estaban unos. Mi abuelo por un lado. Mi abuela por otro. Mi madre con otros dos niños. No se sabe por qué. No habían hecho nada los pobrecitos nada más que trabajar e ir a veranear a su pueblo».
Fusilamientos de sacerdotes en la guerra civil española. pic.twitter.com/ERsp27fEQq
— Pedro García (@Pedroelcolorao) 1 de abril de 2015
Por último, la empresaria ha asegurado saber cuáles son los problemas de España:
«¿Sabes cuál es el principal problema de este país? Bueno, hay dos. Uno es la envidia y el otro es que los que perdieron la guerra no lo han asumido todavía y han pasado el odio a sus hijos y a sus nietos. Ya está bien. Hemos perdonado todos y ahora quieren sacar todo este rollo. ¿Después de ochenta años? ¡Que no lo hemos vivido ninguno!».