EEUU prevé un recorte récord de la producción de 570.000 barriles en 2016

El negocio del fracking no puede sobrevivir con el petróleo a 30 dólares el barril

La estrategia de la OPEP funciona y varios productores han quebrado

El negocio del fracking no puede sobrevivir con el petróleo a 30 dólares el barril
Precio, petróleo, barril de crudo y mercado. PD

Empresas perforadoras de EEUU como Samson Resources y Magnum Hunter Resources ya se han declarado en quiebra

Durante este año, la industria del fracking ha logrado resistir con el petróleo revoloteando en los 50 dólares por barril. Para hacer frente a un desplome de los precios del 50%, se despidieron a miles de trabajadores y centraron las actividades de sus plataformas en los pozos más importantes y productivos, aprovechando la tecnología más avanzada. Sin embargo, en 2016 y con el precio del petróleo a la baja, está por ver si esta industria resistirá o se ‘secará’ su producción de barriles.

Para un sector que ya ha recortado todo lo que podía, la nueva caída del precio del petróleo es un golpe devastador. Las perforadoras «no están preparadas para sobrevivir con un petróleo a 30 dólares», según R.T. Dukes, analista jefe de Wood Mackenzie en Houston.

La Agencia de la Energía de EEUU prevé un recorte récord de la producción de 570.000 barriles de media al día en 2016. Esto es precisamente lo que está buscando la OPEP al inundar el mercado de petróleo, lo que provoca una caída de los precios y presiona a los productores mundiales que incurren en costes elevados. Es una estrategia de alto riesgo, cuyo éxito depende de la retirada de los productores de shale antes de que las dificultades financieras lleguen a los países más fuertes de la OPEP.

De momento, empresas perforadoras de EEUU como Samson Resources y Magnum Hunter Resources ya se han declarado en quiebra.

Los bonos del sector energético de mayor riesgo se negocian a unos precios demasiado bajos, según Spencer Cutter, analista de Bloomberg Intelligence. El índice energético BofA Merrill Lynch U.S. High Yield Energy ha perdido casi todo lo ganado desde 2001.

«Vamos a ver un aumento de quiebras, así como de ventas de activos y las crisis de deuda», dijo Jeff Jones, director de Blackhill Parnters. «Un petróleo a 35 dólares sin duda acelerará la crisis» de estas compañías.

Elemento desestabilizador

Para entender por qué la producción está a punto de colapsar tenemos que remontarnos a sus orígenes. Los geólogos conocían la existencia del shale, o petróleo no convencional, desde hacía mucho tiempo. Sin embargo, los elevados costes y la tecnología aún no permitían que su extracción fuese rentable.

En 2008 comenzó la historia de un cambio radical. Cerca de un pueblo llamado Cotulla, entre San Antonio y la frontera con México, fue donde se perforó el primer pozo en la gran formación conocida como Eagle Ford Shale. Es una formación de roca sedimentaria muy rica en esquisto y shale oil. Desde entonces, los pozos y la inversión se han multiplicado en esta formación hasta el punto de que a día de hoy emplea a unas 100.000 personas.

El cambio ha sido radical, ya que en julio de 2014 las exportaciones de crudo desde Nigeria a EEUU se habían reducido a cero. El fracking se ha extendido y las importaciones americanas de crudo han caído en picado en un país que siempre ha sido un gran cliente para muchos exportadores. Nigeria ha tenido que buscar nuevos clientes en Asia, reduciendo el margen por barriles y erosionando los ingresos procedentes del crudo.

Y es que durante años los precios del petróleo crecieron al calor de la demanda de energía, como consecuencia del rápido crecimiento económico de los países emergentes (devoradores de materias primas) a principios del nuevo milenio, lo que hizo rentable las grandes inversiones de los costes de perforación derivados del fracking. La producción ha aumentado más del 60% desde finales de 2010.

El incremento de la producción coincidió con una desaceleración del ritmo de crecimiento de la demanda. Con el desequilibrio de la oferta y la demanda, los precios cayeron desde los 100 dólares el barril a los 50 dólares y, tras la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de mantener la producción a niveles casi récord, el crudo ha caído hasta los 35 dólares por cada barril de oro negro. Estos precios pueden hacer ‘saltar por los aires’ a parte de la producción mundial de crudo que ha dejado de ser rentable.

«El petróleo no convencional es un elemento desestabilizador», dijo Dukes. «Ha crecido la oferta en períodos cortos de tiempo y ha eclipsado el incremento de la demanda. La perspectiva del mercado de petróleo empeora cada vez más» para los productores.

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