Las predicciones sobre el ‘Fin del Mundo‘ han sido una constante a lo largo de la Historia.
«Armagedón» se asocia con el escenario apocalíptico y la batalla final entre las fuerzas del del bien (aliadas con Dios) y las fuerzas del mal (aliadas con el diablo o Satanás)
El término proviene de la Biblia, específicamente del Apocalipsis, que es el último libro del Nuevo Testamento.
En el capítulo 16, versículo 16, se menciona:
«Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.»
En la cultura popular, el término se utiliza para describir situaciones de destrucción masiva o catástrofe global.
Por ejemplo, la película «Armageddon» de 1998 retrata un escenario en el que un asteroide masivo amenaza con impactar la Tierra y causar una extinción masiva, y un grupo de perforadores espaciales es enviado para evitar el desastre.
UMBRAL DE CATÁSTROFE
«Umbral de catástrofe» se refiere a un punto crítico en el cual un sistema complejo puede sufrir cambios drásticos y no lineales en su comportamiento.
Este término a menudo se aplica en campos como la ecología, la climatología y la física para describir situaciones en las que pequeños cambios pueden desencadenar eventos catastróficos o transiciones abruptas.
Como lo que dewscriben científicos del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT), que hacen un pronóstico alarmante.
LAS PROFECÍAS DEL MIT
Los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT) hacen un pronóstico alarmante.
Si las emisiones de dióxido de carbono se mantienen en el ritmo actual, hacia 2100 podría desatarse un proceso de desequilibrio que terminaría con la sexta extinción masiva, es decir, el exterminio de casi todos los seres vivos que hay en el planeta.
La elección del año no es azarosa.
Es, aproximadamente, el momento en el que se acumulará en los océanos una cantidad de carbono considerada crítica según las proyecciones científicas: 310 gigatoneladas (310.000 millones de toneladas).
Esa magnitud romperá con el ciclo de carbono, un proceso biogeoquímico a través del cual este elemento se intercambia entre la atmósfera, la litósfera y la hidrósfera.
Así se regulan el clima y las condiciones generales que hacen de la Tierra un lugar habitable para el ser humano y para el resto de las especies vivas.
«En el pasado geológico, este tipo de comportamiento se asocia con las extinciones masivas», explicó Daniel Rothman, profesor de geofísica del Departamento de Ciencias Atmosféricas y Planetarias del MIT.
El líder del equipo que realizó la novedosa investigación identificó 31 eventos en los últimos 542 millones de años en los que se produjeron desequilibrios en el ciclo de carbono.
En todos los casos, el desencadenante fue la cantidad de dióxido de carbono disuelto en los océanos.
Rothman descubrió que en cuatro de las cinco extinciones masivas que se registraron en la historia de la Tierra, el carbono en los océanos superó el «umbral de catástrofe» de 310 gigatoneladas.
De ahí se deriva la preocupación ante la inminencia de que se alcance ese nivel en 2100.
La diferencia es que en los períodos anteriores el proceso había durado millones de años y se había dado por causas naturales.
En cambio, ahora sería el resultado del impacto causado por la humanidad en estos 200 años de industrialización.
«Esto no quiere decir que el desastre vaya a ocurrir el día siguiente. Quiere decir que el ciclo del carbono entraría en un reino en el que ya no será estable, y que se comportaría de una forma que sería difícil de predecir».
El exterminio total de los seres vivos podría demandar miles de años, pero lo más preocupante es que se trata de un fenómeno altamente impredecible y, tal vez, irreversible.
