Pertenecen al mismo género que caballos y asnos, pero no son los mismo

Cebras: desmienten que las rayas blancas y negras sirvan para protegerse del calor

Un animal con piel negra cubierta por rayas blancas

Cebras
Las rayas de la cebra. PD

Fin de la discusión: la cebra es un animal con piel negra cubierta por rayas blancas.

El color base de la piel de la cebra es negro, y las rayas blancas se extienden sobre su cuerpo.

Si bien la mayoría de las rayas son de color blanco, hay algunas variaciones en su tonalidad, que pueden ser más apagadas o tener un matiz ligeramente marrón.

La forma en que las rayas blancas y negras se distribuyen en el cuerpo de una cebra puede variar según la especie.

Ciertas cebras tienen rayas más anchas y bien definidas, mientras que otras pueden tener rayas más estrechas o incluso patrones de rayas irregulares.

Algunas hipótesis sugieren que las rayas podrían servir para confundir a los depredadores, para disipar el calor corporal, o para actuar como una forma de reconocimiento visual entre los individuos de la manada.

LOS TRES TIPOS DE CEBRA

Pertenecen al mismo género que caballos y asnos, pero no son los mismo.

La palabra «cebra» no representa una entidad desde el punto de vista evolutivo, sino es una agrupación artificial de tres especies que tienen en común la coloración a rayas blancas y negras, que no es un carácter derivado, sino primitivo.

Las rayas aparecen también en mayor o menor medida en las patas y el lomo de asnos y caballos salvajes, y se manifiestan más fuertemente en los híbridos, como es el caso de las mulas, evidenciando que la presencia de rayas es un carácter antiguo dentro del género Equus, y no uno derivado propio de un subgrupo dentro de éste.

Las cebras, simplemente, han ido un paso más allá en el desarrollo de unas rayas que ya poseían, mientras que los caballos y los asnos han tendido a perderlas o, al menos, a enmascararlas.

¿Por qué el pelaje de las cebras (Equus zebra) es a rayas blancas y negras?

El debate científico que suscita esa pregunta se romonta a Darwin.

Una de las teorías más aceptadas era que este estampado las mantiene frescas a la luz del sol: las rayas negras se calientan más que las áreas blancas, y la teoría establece que esto crea pequeños vórtices que funcionan como un ventilador para enfriar el cuerpo. Sin embargo, un estudio publicado recientemente en Scientific Reports, indica que esta hipótesis es incorrecta.

Para probar esta teoría, los investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) llenaron grandes barriles de metal con agua y los cubrieron con imitaciones de piel de diferentes colores: rayas negras y blancas, negras, blancas, marrones y grises. Luego colocaron los barriles al sol y luego midieron la temperatura en cada uno de ellos. Como era de esperar, el negro era el más caliente y el blanco el más fresco. Los barriles a rayas y grises eran similares, y en estos la temperatura no bajaba.

«Las rayas no redujeron la temperatura. Resulta que los colores de su pelaje no enfrían realmente a las cebras», afirma Susanne Åkesson, bióloga y autora principal del trabajo.

Hace ocho años, ella y otros científicos de Hungría y España presentaron otra teoría, según la cual, el pelaje brillante funciona como una protección óptica contra los tábanos chupadores de sangre y otros insectos.

Las moscas de caballo son atraídas por la luz polarizada, del tipo que aparece cuando los rayos del sol se reflejan en una superficie oscura. Si los rayos de sol se reflejan en una superficie blanca, no habrá luz polarizada, de ahí la protección.

Åkesson, junto con el físico húngaro Gábor Horváth, fueron galardonados en 2016 con el Premio Ig Nobel por su investigación sobre luz polarizada, tábanos y por qué estos insectos chupadores de sangre molestan mucho más a los caballos oscuros que a los caballos blancos.

La piel del lagarto ocelado (Timon lepidus) muestra un patrón laberíntico de manchas verdes y negras. Aunque no siempre es así.

Cuando nace, su piel es de un color marrón moteado con puntos blancos, pero su apariencia varía hasta que adquiere las bellas pigmentaciones que cubren su cuerpo en la edad adulta.

Hablar de los intrincados dibujos que recrea la naturaleza y de que estos no son aleatorios, sino que siguen un patrón matemático, no es algo nuevo. Lo que sí es noticia es que este reptil va por libre: el algoritmo que configura su imagen no es el mismo que siguen el resto de criaturas.

Mientras que otros animales, por ejemplo la cebra o el leopardo, muestran unos patrones de color determinados por la interacción de células individuales, los autores encontraron que en el caso del lagarto ocelado, el color de cada mancha está determinado por el de sus vecinas.

Según un estudio, el patrón cromático de este lagarto responde a un algoritmo que, en términos informáticos, se denomina autómata celular, (modelo puesto en práctica el matemático húngaro John von Neumann) en el que el comportamiento individual de una unidad depende del de las unidades a las que está conectada.

En este caso concreto, es posible prever si las escalas de la piel del lagarto (unidades de color) serán verdes o negras, solo conociendo el color de una. Según este estudio, las escalas verdes se rodean de cuatro negras y dos verdes, mientras que cada negra estaba acompañada de tres verdes y otras tres de su color.

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