El síndrome de la agenda apretada. Andrew Smart acaba de publicar en España El piloto automático del cerebro. El arte y la ciencia de no hacer nada (Clave Intelectual), en el que explica desde un punto de vista neurológico por qué deberíamos empezar a no hacer nada.
¿Tenemos obsesión estar siempre ocupados?, ¿Es eso productivo? ¿Hacemos todo compulsivamente? ¿El mundo iría mejor si fuésemos bastante más vagos? De todo esto debatimos en la tertulia divertida que conduce Alejandra Alloza en el programa ‘Rojo y Negro’ de Radio 4G con dos invitados: el actor Jacobo Muñoz y el polifacético periodista Enrique García.
«Debemos construir la habilidad de ser nosotros mismos y no hacer nada. Eso es lo que los teléfonos han hecho desaparecer. La capacidad de estar quietos. Es en lo que consiste ser una persona». Con esta cita del cómico Louis C.K., el científico y escritor Andrew J. Smart ilustra uno de los grandes problemas del ser humano en el siglo XXI: la necesidad autoimpuesta de estar permanentemente ocupados.
Sin embargo, el esfuerzo continuo no nos hace más felices, ni siquiera nos permite conseguir mejores resultados. Simplemente, acaba con nuestra creatividad, con nuestra felicidad y nuestra humanidad.
«El cerebro es una maravilla compleja y no lineal que siempre está activa». Hay partes de nuestro cerebro, como el córtex prefrontal, que se activan cuando no hacemos nada y que «te permiten acceder a tu inconsciente, tu creatividad y tus emociones».
«Si sólo trabajásemos unas pocas horas al día, seríamos tan productivos o incluso más que si lo hiciésemos diez horas al día».