Tu ansiedad, peso o tiempo de cicatrización de una herida podrían verse afectadas

Compartir piso y penas: Los genes de tus compañeros pueden afectar seriamente a tu salud

Parejas y matrimonios

Compartir piso y penas: Los genes de tus compañeros pueden afectar seriamente a tu salud
Personas tóxicas PD

Las manías y los hábitos son dos conceptos relacionados, pero son diferentes en su naturaleza y efecto en la vida de una persona.

Las manías son comportamientos repetitivos e irracionales que a menudo carecen de un propósito lógico, mientras que los hábitos son comportamientos repetitivos que pueden ser beneficiosos o perjudiciales y generalmente tienen un propósito o una razón detrás de ellos.

Es importante ser consciente de todo esto, ya que pueden influir en nuestra calidad de vida y en nuestras relaciones con los demás.

Manías:

  1. Naturaleza: Las manías son comportamientos o acciones repetitivas, irracionales y a menudo obsesivas que una persona realiza de manera compulsiva. Estas acciones suelen carecer de una razón lógica o un propósito claro.
  2. Efecto: Las manías pueden interferir significativamente en la vida cotidiana de una persona y pueden causar malestar o incluso problemas en las relaciones interpersonales. A menudo, las personas que tienen manías son conscientes de que sus comportamientos son irracionales, pero tienen dificultades para detenerse.
  3. Ejemplos: Algunos ejemplos de manías pueden incluir el lavado excesivo de manos, el conteo constante de objetos sin razón aparente, la necesidad de realizar ciertas acciones en un orden específico o la obsesión con pensamientos no deseados.

Hábitos:

  1. Naturaleza: Los hábitos son comportamientos repetitivos que se realizan de manera regular y sistemática. A diferencia de las manías, los hábitos suelen tener una base lógica o un propósito detrás de ellos, y pueden ser beneficiosos o perjudiciales según su naturaleza.
  2. Efecto: Los hábitos pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona, ya que pueden influir en la eficiencia, la salud, la productividad y la calidad de vida en general. Los hábitos saludables, como hacer ejercicio regularmente o comer bien, pueden tener efectos positivos, mientras que los hábitos perjudiciales, como fumar o procrastinar, pueden tener consecuencias negativas.
  3. Ejemplos: Ejemplos de hábitos incluyen cepillarse los dientes dos veces al día, hacer ejercicio con regularidad, comer una merienda a la misma hora todos los días o revisar el correo electrónico cada mañana.

EL PISO COMPARTIDO

Todo el mundo sabe que a la hora de compartir piso, existen ciertas manías y comportamientos que pueden sacar de quicio: el malhumor mañanero, encontrarse el baño lleno de pelos o ver la televisión hasta las tantas.

Pero, ¿y si esto no sólo molestase sino que también afectase a la salud?

Según un revelador estudio sobre la variación genética en el ambiente social publicado en PLoS, un grupo de investigadores del Instituto Europeo de Bioinformática (EMBL-EBI, por sus siglas en inglés) han publicado unos resultados en los que se observa que las interacciones diarias de los distintos individuos que conviven pueden influir en la salud tanto de manera positiva como negativa.

Y es que hasta ahora, no había conocimiento de que los propios genes -además de hábitos como fumar o escuchar música alta- afectaran al estado de salud de una persona.

Asimismo, el estudio resalta el hecho de que los genes de las personas con las que convives o «compañeros sociales» determinan hasta en un 29% la variación del peso corporal, del sistema inmunológico, si sufres ansiedad y en qué medida o también el tiempo de cicatrización de una herida.

Todo esto, según nombran los autores en el estudio, son los «efectos genéticos sociales» que explican la conexión entre tu estado anímico o de salud y los genes de la persona o personas con las que convives.

Esta investigación está basada en la observación de más de 100 indicadores de salud en 2.500 ratones.

Los autores del estudio trataban de separar cuánta de la información genética de tus «compañeros sociales», y no sólo de los propios genes, influyen en la enfermedad que se padezca.

Aunque esto no es del todo innovador. Hace sólo un año, una investigación de Nature Immunology sugería que la convivencia con tu pareja cambiaba ambos sistemas inmunológicos hasta convertirlos en «sistemas mellizos».

Te puede interesar

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído