Se declaró culpable de siete cargos de posesión de material "manifiestamente ofensivo" en el juzgado de North Yorkshire
El Real Colegio de Cirujanos Veterinarios (ubicado en el Reino Unido) ha dado de baja a Oliver Fraser Lown -un joven veterinario en la veintena que estudió en una conocida universidad de Hungría- después de que se haya descubierto que, en 2009, se grabó en vídeo manteniendo relaciones sexuales «extremas» con animales, según afirman varios medios locales como la ‘BBC‘ o el ‘Pollpay‘.
SE JACTÓ DE ELLO
Según ha dictaminado este organismo, Lown incurrió en varios delitos relacionados con la pornografía en 2009 al practicar sexo con un caballo y un perro y jactarse de ello luego en la red.
A su vez, fue inculpado también de haber grabado sus prácticas en varios vídeos que tenía almacenados en el ordenador y el móvil.
De hecho, según el Real Colegio de Cirujanos Veterinarios, el acusado -que nunca ha ejercido su profesión en el Reino Unido- se declaró culpable de siete cargos de posesión de material «manifiestamente ofensivo» en el juzgado de North Yorkshire (al noroeste de Inglaterra) en un intento de que su testimonio hiciera las veces de atenuante y no se le expulsara de la institución.
Por otro lado, el grupo seleccionado por este organismo descubrió, mediante una investigación llevada a cabo en 2011, que el acusado había difundido a través de un sistema de mensajería Web su actividad sexual con animales y su interés por la misma.
«El comité no tiene ninguna duda de lo sucedido, el material que se encuentra en su poder y su propia conducta le involucra en el abuso de los animales y una total falta de respeto por el bienestar de los mismos»,
ha señalado en declaraciones recogidas por ‘Pollpay’ Noreen Burrows, presidente de la Comisión de Disciplina.
Los resultados de la investigación afirman que, aunque el sujeto no mostraba su cara en los vídeos, pudo ser identificado gracias a una estrella verde tatuada en su pierna perfectamente visible mientras mantenía relaciones sexuales con un caballo -en un entorno campestre- y un perro -en su propio hogar-.
«El Comité no duda de que la única manera en la que el bienestar de los animales puede salvaguardarse y puede volverse a recuperar la confianza pública de la gente es eliminando su nombre del Registro».
