El suceso está rodeado de misterio, y muchos no se creen la versión de la pareja de la víctima.
Nikki Guined, de 20 años, se disparó el 10 de diciembre de 2014 tras una noche de copas con su novio Dwight Buchanan, de 21 años, policía del estado de Goorgia, EEUU, según da cuenta la televisión SBTV.
Según informes policiales, la joven «habló de dejarlo a la mañana siguiente», pero luego solucionaron sus problemas y se fueron a la cama.
LE PIDIÓ EL ARMA
Mientras ambos tenían relaciones sexuales, la mujer le pidió al joven un arma.
«Dwight no quería hacerlo, pero le dio a Nikki su pistola descargada».
Nikki repetidamente le preguntó a Dwight si confiaba en ella. Entonces pidió que le pusiera balas. Le puso un cargador e introdujo una en la recámara del arma.
«Luego le quitó el cargador y le dio la pistola con un solo tiro a su novia. La mujer entonces apuntó el arma hacia la parte derecha de su mandíbula y apretó el gatillo».
Según las autoridades, en la casa había otras tres personas que escucharon el disparo pero no la discusión que tuvieron ambos.
Mientras se investiga la extraña muerte, el joven fue suspendido de su cargo, en el cual llevaba 13 meses.
La Oficina del Alguacil del Condado de Walton afirmó que en todo momento se ha tratado de ser lo más transparente posible en el caso para que no existan dudas.
La Glock 9-mm con la que la joven se mató, fue un regalo del joven policía, según las autoridades.
La joven compartió en Instagram algunas fotografías la mañana antes de morir en las que afirmó que «inclusive cuando él esta ebrio, es el chico más lindo que he conocido. #lovehimsomuch».
