Ya tenemos al guarro del día: un perverso chino que se dedica a masturbarse frenéticamente en los ascensores.
Lo hace ante público femenino, cómo no, y en hora punta. En el vídeo de marras puede verse cómo se baja los pantalones, quedándose con un tanga negro de lo más cutre, mientras las dos mujeres que tienen la desventura de acompañarle en el trayecto no dan crédito.
Así, se limitan a echar mano de sus móviles, en una especie de acto reflejo de defensa.
El tipo se sacude a gusto hasta llegar a planta, momento en que se gira y parece eyacular a modo de despedida.
Lamentable y harto condenable.