La escena es cruda a más no poder. Se trata, sin duda, de una pareja de exhibicionistas a quienes les dio un súbito calentón y que, para no resfriarse, calza botas. O al menos ella…
Los ‘sorprendió’ dale que te pego un par de amigos que iban en coche en un barrio de Brooklyn, en el mismo portal de su casa, sin pudor ni recato alguno.
Los grabaron mientras se partían de risa -los de la cámara, claro-.
Lejos de cortarse por el estruendo de las carcajadas, la pareja de lanzados incluye en su público ‘recital’ un par de manoseos, quizás para entonar más al respetable, mientras copula al estilo perro tullido, ya que lo hacen de pie y no a cuatro patas.