El para muchos desagradable vídeo que nos ocupa en el día de hoy, fue grabado en EEUU, concretamente en un concurrido centro comercial de vaya usted saber dónde.
La protagonista del mismo, es una rubia de ‘grandes orejas’ que va de ‘conejita’ traviesa y que no tiene mejor ocurrencia que meterse dos dedos en su vagina al amparo de un váter.
Acto seguido, y con ellos en ristre, se los hace oler al público masculino, para saber qué opinan del olor, haciéndoles creer que es un nuevo perfume.
Los pardillos de turno, lejos de olerse el percal, se muestran en su mayoría encantados: que si huele un poco fuerte, que si es cojonudo, que si el aroma les recuerda a la sal… en fin, que por lo visto sobre gustos no hay nada escrito.