Stephanie Sarley lo peta en Instagram

La artista que disfruta ‘masturbando’ naranjas y papayas

Stephanie Sarley lo reconoce: nadie podía imaginar que unos vídeos protagonizados por suculentas frutas pudieran generar tanta controversia.

En la imagen media naranja espera la llegada de un dedo índice que comienza a acariciar suavemente su eje de coordenadas. Poco a poco el dedo penetra en esta vagina roja, que salpica con su jugo la vistosa fruta e incluso la cámara. Esta primera obra, de apenas 10 segundos, acumula más de 44.500 reproducciones y ha convertido a Stephanie Sarley, ilustradora, estampadora y videoartista de Oakland, en un inesperado fenómeno viral.

«En diciembre de 2015 fui al mercado con mi novio con la intención de comprar algo de fruta para casa. Nos intrigó la nueva remesa de naranjas rojas y pensé en fotografiarlas. Después mi novio cogió una naranja y la partió por la mitad, la cogí y la grabé de forma espontánea para después publicarlo en Instagram. Fue un éxito», explica a FCINCO Sarley, que desde entonces ha realizado vídeos interactuando con melones, limones, fresas, kiwis o papayas.

Actualmente su cuenta de Instagram tiene 141.000 seguidores y sus vídeos son reproducidos y comentados vorazmente tanto por los fans de su trabajo -que incluyen al crítico de arte de New York Magazine Jerry Saltz- como por ultrajados haters.

«Mi obra provoca intriga, risa, ira, mucha gente se siente ‘incómoda’ o excitada», cuenta la artista, que profundiza en las emociones de sus espectadores diciendo: «creo que la mayoría de la gente todavía se siente ligeramente incómoda con las vulvas y las vaginas y algunas personas se enfadan y se molestan por ello. Creo que dice mucho sobre el estado actual de la misoginia. Muchas mujeres también participan».

Parece que mostrar la sexualidad femenina, aunque sea a través de estas insinuantes frutas, es percibido por muchos como algo grotesco, ofensivo, amenazante o censurable. Y muchos trolls se sienten autorizados a insultar y atacar a Sarley por este motivo. «Las mujeres son troleadas en internet [más que los hombres] y es horrible lidiar con ello. Todo se reduce al sexismo y la necesidad de la sociedad de confrontarlo. Mi arte puede provocar estos sentimientos de incomodidad pero es una emoción necesaria antes de que un cambio de pensamiento pueda suceder. Y la gente que entiende el arte moderno y me entiende puede disfrutar del humor y el absurdo en mi trabajo».

Del mismo modo que ocurre con cualquier otra expresión artística, es el espectador quien da sentido a estas coloridas frutas, una interesante proyección del significado que estas vaginas y vulvas imaginarias tienen para la audiencia. En este tiempo hasta Instagram ha entrado en la polémica eliminando hasta tres veces la cuenta de Sarley por infringir las condiciones de uso de la red o por problemas con los derechos de su obra, habitualmente robada y copiada por imitadores.

Con todo, la artista señala: «No quiero que mis vídeos sean interpretados simplemente como un ‘cómo masturbar’. Nunca lo he pretendido y no es un fetiche mío. Es mi forma de hacer arte. La fruta es un medio genial para mis vídeos y fotografías y permite una representación bastante acertada de una vagina. Y con muchas frutas como las naranjas rojas (menstruación), el limón (eyaculación femenina) o la lima y el kiwi con leche (creampie) puedo simular la exploración de la sexualidad femenina».

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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