El Ayuntamiento dice ahora que revisará sus protocolos para vetar los rodajes

¿Alienta o sólo permite Ada Colau el porno extremo en las calles de Barcelona?

Una productora californiana ha utilizado en los últimos años la vía pública como un plató para sus rodajes

¿Alienta o sólo permite Ada Colau el porno extremo en las calles de Barcelona?
Barcelona Pixabay

El Ayuntamiento, que tiene de jefa de prensa a una actriz de videoporno, emplaza a la ciudadanía a llamar a la Guardia Urbana si se topa con una de esas escenas

Mujeres esposadas y azotadas, paseadas como esclavas por la Rambla, bajando semidesnudas por las escaleras de la Catedral, entre turistas que las fotografían. Escenas detrás de las que está una productora californiana, Kink, una de las mayores productoras y distribuidoras de porno extremo.

Los problemas que tuvo una serie histórica y aclamada por la crítica como ‘Isabel’ para rodar por sus calles parece que no los está encontrando una productora americana para rodar escenas porno en Barcelona. Su alcaldesa Ada Colau ha dado todos los permisos pertinentes para que puedan trabajar sin problemas.

Así, la capital catalana se ha convertido en un improvisado plato de rodaje de escenas pornográficas y, sobre todo, de prácticas extremas, con humillaciones públicas y a plena luz del día.

Se trata de escenas donde una mujer lo mismo recibe bofetadas que descargas eléctricas en el culo o simplemente pasea desnuda atada por el cuello en pleno centro de Barcelona.

De vez en cuando, alguien se topa con una escena de sexo en la calle o en espacios concurridos de Barcelona, la graba con su móvil y la difunde, y se genera cierto escándalo, como pasó en abril pasado cuando una pareja copuló en la parada de metro de Liceu ante los viajeros que esperaban en el suburbano.

Pero estas prácticas sexuales presuntamente espontáneas, a menudo protagonizadas por prostitutas y clientes, no constituyen las únicas escenas de ese tipo que se ven en la ciudad. Los rodajes porno en las calles de Barcelona han sido una constante relativa en los últimos años.

Además, la productora americana Kink, que ya ha utilizado en más de una ocasión esas mismas calles para llevar a cabo su trabajo, no se ha ido al extraradio para rodar sino que lo ha hecho delante de lugares emblemáticos de la ciudad como pueden ser la Sagrada Familia o el Maremagnum.

Esas calles, transitadas no sólo por barceloneses sino también por la mayor parte del turismo extranjero, se han convertido en el escenario de los preliminares en una colección temática que se llama ‘Public Disgrace’.

Según la Cadena Ser, la productora asegura que tiene todos los permisos necesarios y que no hay nada ilegal en su trabajo, pese a que, por ejemplo, el hecho de ir desnudo por una vía pública sí lo es. Pese a ello, la venia del ayuntamiento ha hecho que no hayan recibido ninguna multa por su labor.

De esa buena armonía con el consistorio han dado fe dos de las actrices que han participado en estas escenas, que han confesado que la productora elige la capital catalana porque es mucho más permisiva que otras capitales mundiales.

LA TESIS DEL AYUNTAMIENTO

El Ayuntamiento de Barcelona, donde en su día colocó de jefa de prensa a una individua famosa por ‘mear‘ en la calle y producir vídeos porno hasta sobre su abuela, dice ahora que quiere poner coto a ese despelote callejero (Ada Colau defiende a la ‘meona’: «No se la contrata como artista»).

Según ha informado el consistorio, el gobierno municipal revisará los protocolos existentes para evitar que este tipo de escenas tengan lugar «en espacios concurridos, con la voluntad de proteger a personas externas al rodaje y, en especial, a los menores de edad».

En el textosubaraya los de Colau que este tipo de rodajes, que pueden herir sensibilidades, suponen «un hecho puntual» que tiene lugar también en otras ciudades (Marisol ‘La Roja’ se hace una paja mental: llama a un actor porno para hablar de sexo seguro ).

El ayuntamiento advierte de que no es asunto suyo intervenir sobre todo eso de las mujeres esposadas y azotadas, paseadas como esclavas por la Rambla, bajando semidesnudas por las escaleras de la Catedral, entre turistas:

«El sexo que se practica en el porno, como cualquier otro marco en el que se practique sexo entre adultos, es legítimo siempre que todas las partes estén de acuerdo y lo hayan negociado previamente al contenido de las escenas».

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído