MÚSICA-FLAMENCO

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Rocío Díaz busca en las sevillanas completar su dilatada experiencia flamenca

Agencia EFE, Sábado, 17 de marzo 2007
La cantaora sevillana Rocío Díaz se ha quitado este año el traje de "peña flamenca" que ha lucido desde siempre, y ha editado su primer trabajo de sevillanas, con un nombre esclarecedor: "Sentirme libre", con el que quiere convertirse en la revelación de un género que florece cada primavera.

Rocío vio por primera la luz de Triana en una mañana azul del otoño sevillano, y le arrullaron las voces flamencas de un patio de vecinos, hasta el punto de que con apenas 5 años comenzó a bailar con una de las bailaoras más grandes de la historia del Flamenco: Matilde Coral.

Su hermano "El mimbre" la apadrinó con su baile, apoyándola desde sus comienzos, guiándola en el compás cadencioso que sólo vive en el barrio sevillano de Triana.

La adolescencia la llevó a un pueblo marinero: Lepe, en la costa de Huelva, y las paradojas del destino la llevaron de un barrio con sueños marineros a un pueblo que vive entre redes y mareas.

Su afición por las sevillanas y el flamenco, la inició a cantar en un coro flamenco, con unos 15 años que le daban alas para soñar con una carrera musical en solitario, y consiguió, entre otras cosas, ser la primera mujer en pertenecer al cuadro de cante de la Peña Flamenca de Huelva.

El interés que generó en los aficionados de esta peña la convirtió a los pocos meses en la profesora de cante de la misma, hasta que llegó el momento de meterse por primera vez en un estudio de grabación, cuando Fods Records apostó por ella y grabó su primer disco: "De mimbre", candidato a los premios de la música.

"Poniendo el alma" al igual que "De mimbre", es un disco basado en un flamenco de corte ortodoxo, aunque con guiños a temas algo más comerciales.

Ahora se presenta con "Sentirme libre", y cambia el registro para volver a sus raíces, y además "sin duda, es el trabajo en el que me he sentido más yo, porque es un disco de sevillanas, pero no me siento para nada alejada de lo que he cantado siempre, flamenco".

"Tengo músicas muy flamencas y letras comprometidas y con fuerza, de hecho en este disco hay una Soleá de Triana por sevillanas, algo que creo que sorprenderá a los buenos aficionados", indica la cantaora en declaraciones a EFE, que añade que "me he sentido libre, para expresar, para cantar y para sentir".

Así, considera ahora que "es mi mejor disco y he puesto toda el alma, y los mejores mimbres, para grabarlo".

"Sentirme libre" es un trabajo compuesto por once temas, de los que nueve son sevillanas, y completan el trabajos unos fandangos de Huelva y una balada muy aflamencada.

Producido musicalmente por Jesús Bola, con la hondura de la guitarra de Manolo Franco y las percusiones del onubense Agustín Diassera.

"Es una cantaora con voracidad enciclopédica", como la definió el Premio Nacional de Flamencología Don Manuel Martín Martín, y protagonista habitual en numerosas peñas, espectáculos y festivales flamencos, además de invitada por diversas hermandades y cofradías de Huelva y Sevilla, para cantar a sus titulares el día en que procesionan durante la Semana Santa.

De forma también habitual es ilustra conferencias flamencas como ocurrió en el Congreso Nacional de Actividades Flamencas, de Santa Coloma de Gramanet, y en el último, celebrado en Huelva.