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Las esculturas de Botero abren el debate sobre el uso del espacio público en Alemania

Agencia EFE, Viernes, 21 de septiembre 2007
Una exposición de esculturas del artista colombiano Fernando Botero, que se inaugurará el próximo martes en Berlín, ha desatado en la capital alemana una discusión sobre el uso del espacio público, ya que las obras estarán en lugares emblemáticos en pleno centro de la ciudad.

Un caballo de más de cuatro metros de altura, creado por Botero especialmente para la exposición berlinesa, estará situado en la Berliner Platz, justo a la emblemática Puerta de Brandeburgo que se ha convertido en uno de los símbolos nacionales alemanes.

La discusión ha sido desatada por la diputada cristianodemócrata Monika Grütters, que también es presidenta de la Fundación Puerta de Brandeburgo.

Grütters ha dejado claro que el problema no está en cuestión de gustos sino en el uso del espacio público y ha manifestado su convicción de que las autoridades municipales no pueden autorizar exposiciones al aire libre sin tener en cuenta consideraciones culturales y artísticas.

"Sólo porque haya estatuas de Botero en Londres o París, no tiene porque haberlas también en Unter den Linden", una de las principales calles de Berlín, explicó Grütters a Efe en conversación telefónica.

"Hay millones de artistas en el mundo, que pueden reclamar el derecho de ocupar el espacio más representativo de Alemania", prosiguió la detractora de lo que llama "un uso equivocado de este espacio público".

La diputada conservadora critica el uso comercial que se hace de la Puerta de Brandeburgo, cubierta continuamente por paneles publicitarios, y la "banalización de lugares monumentales".

En el caso de Botero, según un comunicado de la organización "Büro für Kunst und öffentlichen Raum" (Oficina para el Arte y el Espacio Público), ha habido por parte de las autoridades municipales un desconocimiento de las recomendaciones estéticas de sus propios expertos.

"La Comisión de Arte en el Espacio Urbano de la circunscripción de Mitte se ha ocupado desde enero de 2005 de la exposición temporal de Fernando Botero. Se recomendó como lugar adecuado para ello el Kulturforum entre la Neue Nationalgalerie y la Gemäldegalerie. El Lustgarten y los alrededores de la Puerta de Brandeburgo fueron rechazados", dice el comunicado.

El llamado Kulturforum, dentro de la estructura del Berlín actual, es un lugar un tanto marginal, pese a agrupar instituciones importantes como la Filarmónica o los dos museos mencionados en el comunicado.

El auténtico centro, por el momento, está justo en torno a los lugares que el propio Botero escogió para sus esculturas, que es por donde suelen caminar los turistas.

"De colocar el arte en lugares públicos, hay que contar con el beneplácito de un jurado", apuntó Grütters, que mostró su indignación ante el hecho de que no se ha consultado con el resto de los inquilinos de la Plaza de París, compuesta fundamentalmente por embajadas, museos como la Academia de las Artes y la Max Liebermann-Haus, donde casualmente tiene sus oficinas la Fundación Puerta de Brandeburgo.

El Lustgarten, donde estarán ubicadas 15 esculturas, también tiene vecinos ilustres como la catedral o el Altes Museum y el edificio de la Staatsoper no está muy lejos de allí.

El caballo de Botero no es la primera obra de arte que se expone temporalmente en la Pariser Platz. En el mismo lugar, estuvo expuesto en su momento el WM Globus del austríaco André Heller, un balón de fútbol de metal que parecía una nave espacial y que formó parte del programa cultural del Mundial.

Para Monika Grütters, sin embargo, ese caso era distinto porque, según ha dicho, durante el Mundial casi todo estaba permitido.