El XXX Festival de Teatro de Manizales (Colombia), el más antiguo de América Latina, recogerá a partir del próximo 26 de septiembre "lo mejor que ha tenido durante toda su historia", con España como invitada especial.

"Este año hemos querido retomar esta parte juvenil, festiva, de ambiente teatral en la calle (...) Este año queremos hacer que además el espectador se convierta en actor, se involucre en algunas de las obras", explicó a Efe Matilde Cuartas, con diez años al frente de la dirección ejecutiva del Festival.

La cita inició su andadura en 1968 en la capital caldense (centro oeste) como un refugio para la libertad de expresión de los jóvenes latinoamericanos, en una época en la que las dictaduras militares eran mayoría en el continente, según Cuartas.

Sin embargo, las dificultades económicas y la falta de apoyo institucional provocaron su interrupción durante una década, entre 1973 y 1983.

"Había grandes rumbas que se hacían en la Plaza Bolívar, al lado de la Catedral, mucha polémica y grandes protestas del arzobispo de Manizales, que invitaba desde los púlpitos a los padres de familia a que sus hijos no asistieran a teatro porque esto era un "antro de perdición"", relató Cuartas.

Durante los años de más brillantez del evento desfilaron grandes compañías de la escena teatral como La Cuadra de Sevilla (España), la Compañía de Danza de Deborah Colker (Brasil), el Bread and Puppet Theater (Estados Unidos) y el influyente Teatro Pobre, del polaco Jerzy Grotowski.

Ahora, bajo el lema "La calle es un teatro", este evento internacional busca impedir "que siga empequeñeciéndose y se convierta en un festival elitista", y recobrar el espíritu espontáneo que lo vio nacer, pero sin olvidar la calidad de las propuestas de vanguardia y experimentales que lo caracterizan, señaló la directora ejecutiva.

"Queremos mantener esa parte que le ha dado tanto prestigio, pero queremos volver a la calle y que la ciudad viva este ambiente festivo y que el festival sirva también a la ciudad para proyectarse, mostrarse y venderse al mundo", explicó Cuartas.

Para ello, han preparado actos como un desfile inaugural con más de 500 zanqueros y reunirán a la mayor agrupación de estatuas humanas de la historia de Colombia, asimismo, numerosas agrupaciones de teatro callejero coparán los principales lugares públicos de Manizales.

España, como invitada de honor, tendrá a su cargo la apertura del festival con una obra de los valencianos L"Om Imprebis, un montaje de improvisación experimental en la que siete músicos abordarán los temas que proponga el público al ritmo musical que les impongan.

De igual manera, la organización involucrará a niños y jóvenes de los sectores más empobrecidos de la ciudad con obras que prepararon en sus escuelas y que se presentarán en los mismos escenarios que los profesionales, con quienes podrán departir durante los diez días que dura el Festival.

En este contexto, está prevista una jornada de reflexión en la que los profesores de escuelas públicas debatirán sobre cómo evitar a través del arte que los niños se vean atrapados por el conflicto armado que vive Colombia.

También se integrará el II Congreso Iberoamericano de Teatro bajo el epígrafe "Discursos y caminos de la escena Iberoamericana en el siglo XXI", en el que se analizará "hacia donde va al teatro, para qué sirve y cómo contribuye a esta sociedad actual", apuntó la directora.

En total, más de 100 compañías, 30 de ellas extranjeras, expondrán sus creaciones durante los diez días que dura el Festival, al que se espera asistan más de 30.000 personas a los 40 años de su irrupción en el panorama latinoamericano.