Banco Santander lanza el primer vídeo de su colección sobre cómo la innovación y las evoluciones tecnológicas de la Fórmula 1 repercuten en beneficio de las personas.
Airbox, KERS o DRS. En principio, son términos técnicos de la Fórmula 1, sistemas que diseñan los ingenieros de los equipos para fabricar los monoplazas más rápidos y que quedan muy lejos de la vida cotidiana de todos aquellos ajenos a este deporte. Sin embargo, la presión que tienen las escuderías para crear los coches más competitivos tiene una repercusión directa en el día a día de mucha gente. Las nuevas ideas que se desarrollan en el ámbito de la Fórmula 1 traspasan sus fronteras para llegar no solo a los fabricantes de automóviles, sino que también se emplean para hacer más fácil la vida de muchas personas.
Es el caso de Mikel Bidaurre, campeón de España de vela pero, sobre todo, un apasionado del deporte al que le encanta, entre otras cosas, esquiar, bucear, o practicar parapente. «Me gusta probar y me gusta decir a la gente que pruebe antes de decir que no», asegura. En 2008 la vida le puso a prueba al sufrir un accidente de circulación mientras participaba en el Premio de Miguel Indurain. El impacto de un automóvil le provocó una lesión medular y la pérdida de gran parte de la movilidad de su cuerpo. Puede ponerse en pie, pero no caminar. Un incidente que supuso un cambio radical en su vida y que dio inicio a su particular historia de superación.
Bidaurre, como 75 millones de personas más en todo el mundo, se ha visto obligado a usar una silla de ruedas para poder moverse. Pero no se trata de una convencional, sino que cuenta con una silla cuyo asiento está formado por una estructura de fibra de carbono. Como él mismo reconoce, «se nota que hay mucha ingeniería detrás». Aquí es donde entra en escena la Fórmula 1, y es que la silla de este navarro amante del deporte está diseñada por un exingeniero de monoplazas. Se trata de Mike Spindle, fundador de la empresa Trekinetic, y fabricante de sillas de ruedas de alta tecnología. «La gente no se da cuenta de que las escuderías desarrollan ideas como la fibra de carbono o nuevos métodos de diseño», afirma.
Basándose en los proyectos de fabricación de la carrocería de los coches de alta competición, Spindle diseñó la primera silla de ruedas de fibra de carbono del mundo. Por este motivo, el ingeniero no tiene dudas sobre la repercusión que tiene el mundo del motor: «Realmente, de alguna manera, la Fórmula 1 hace del mundo un lugar mejor». Una opinión que comparte el propio Bidaurre al indicar que «se agradece que todo lo que han invertido los equipos de Fórmula 1 en I+D se vea trasladado a la vida diaria de cualquier persona».
Gracias a la estructura de su particular coche de Fórmula 1, Bidaurre puede moverse con total libertad y seguir practicando y disfrutando de aquello que verdaderamente le llena y hace feliz: el deporte. Porque, como él mismo dice, «la ilusión hay que alimentarla, tienes que ser positivo y ponerte pequeñas aventuras».
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