Una avería eléctrica desató el pánico en una estación de esquí en Gudauri (Georgia) este 16 de marzo de 2018, cuando se quedó sin capacidad de frenado y comenzó a soltar esquiadores, despedidos como muñecos de forma violenta, mientras otros se estrellaban contra el amasijo de hierros.
Fueron las personas que estaban en el suelo las que evitaron una desgracia mayor gritando jump (“saltad”) a los esquiadores que hacían uso del telesilla en ese momento. Los heridos recibieron primeros auxilios después del incidente, y las sillas que se iban acumulando al final del recorrido acabaron destrozadas.
La situación se puso rápido muy alarmante y pudo ser catastrófica, aunque finalmente se saldó solo con ocho heridos que evolucionan favorablemente.
Ocho personas habrían resultado heridas, aunque solo dos de ellas revisten gravedad. El ministro de Sanidad, David Sergeenko, ha confirmado que han ingresado en el hospital a un paciente con una fractura abierta y una herida en la cabeza, mientras que una mujer sueca embarazada sufre un fuerte dolor en la cintura.
Las autoridades ya han iniciado la investigación para esclarecer lo ocurrido. Al parecer el telesilla pasó satisfactoriamente la última revisión el 22 de diciembre de 2017.
Viendo las imágenes que numerosos esquiadores compartieron en YouTube parece un milagro que este suceso no acabara con víctimas mortales. Por fortuna la nieve amortiguó la caída de los pasajeros que salieron despedidos y otros optaron directamente por saltar antes de que llegara la sacudida en la curva.
