Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

!Buenas noticias!

Siempre se ha dicho que la difusión exclusiva de buenas noticias conduce irremisiblemente al fracaso en los medios y que todos los intentos hasta ahora han fracasado, mientras lo contrario sigue siendo una receta exitosa. La realidad, no obstante, es que la formula que funciona es la de las tres tercios, entre bueno, malo, y…depende, siendo precisamente ese “depende” el que distingue a unos medios de otros en función del enfoque que cada uno le da a la noticia, más que a lo bueno o malo que la noticia en cuestión pueda ser para cada lector.

En el periódico local que me corresponde por ubicación geográfica, en el que el “depende”, depende precisamente, y con exclusividad, del regidor local, lo que no le hace para nada creíble en cuanto a las noticias locales, contenía, no obstante, este fin de semana, en equivalencia con las malas noticias, algunas buenas, al menos tres, que creo favorablemente destacables y que titula así: “La unión del noroeste progresa adecuadamente” (pagina 25), “Bayona se prepara para alojar a 700 universitarios del campus vigués en 5 años” (página 12) y “Galicia necesita un circuito de velocidad” (pagina 2 del suplemento del motor). Como se puede observar, con espacios bastante reducidos para quien las haya leido.

Para el lector habitual del periódico, a quien le siguen diciendo que Vigo todavía es el motor de Galicia, que se lo cree y piensa además que ello se consigue poniendo granito en las aceras, diseñando plazas sumamente horteras, sembrando la ciudad de setos con forma de dinosaurio, pretendiendo ser la ciudad más valorada de España por pagar más vatios que nadie en Navidad y engañando a tirios y a troyanos con aquello de que somos los mejores del mundo en todo, sin contrastar absolutamente nada, le parecerán noticias sin demasiada trascendencia, de hecho el periódico (su biblia civil) las sitúa en lugares no demasiado destacables, pero para quien sepa ver algo más allá, son sin duda muy buenas noticias y quizá las principales de las publicadas en el fin de semana (victoria del Celta, aparte).

Analizar en profundidad, en un artículo, las tres noticias señaladas, nos llevaría un espacio que excede a la paciencia del lector, por muy fiel que pueda ser a este modesto analista, de ahí que trataré de ser escueto en mis explicaciones.

Hace unos años, y ya he escrito pormenorizadamente sobre el particular, vino a Vigo, invitado por Javier Riera, entonces director de la factoría Citroen, entre otros, uno de los gurús más importantes del mundo en el análisis y creación de focos de interés, en la concentración de núcleos de influencia y poder económico en el mundo global que se iba abriendo camino, Kenichi Ohmae. Tuve entonces el privilegio de ser invitado a su charla, que daba tras pasarse unos días en Galicia observando nuestras posibilidades al respecto.

Sus conclusiones fueron demoledoras. Resumiéndolas, comenzó por dejar bien claro que nos encontrábamos a años luz de ser alguien en el mundo, que solo contábamos con dos fabricas que podían considerarse un mínimo inicio, algo que pudiese dar pié a un mínimo despegue: la factoría Citroen en el sur y la fabrica de Inditex en el norte, que para ello tendríamos que modificar y acondicionar todas

nuestras comunicaciones, especializar la zona norte en el textil creciendo exponencialmente, y la sur en el automóvil, consiguiendo al menos dos o tres nuevas factorías, al efecto de concentrar una industria auxiliar considerable, que se constituyese en referencia internacional, que es lo que realmente nos pudiera hacer crecer, pero que no lo conseguiríamos nunca si nuestros planteamientos continuasen en la dirección que entonces seguiamos en Galicia, principalmente por dos motivos esenciales: carecer de planteamientos en conjunto, y falta absoluta de cooperación interna, coordinación y establecimiento de un plan conjunto en el que se eliminase radicalmente la competencia interna, para ser sustituida por sinergias en las que se persiguiese un progreso competencial internacional, en el que Galicia y el norte de Portugal, al igual que la inictiva privada, la administración y las universidades, remasen al unísono para la consecución de objetivos comunes.

Desde entonces, esa utopía de ver a Galicia trabajar en colaboración unas ciudades con otras, en pro de objetivos comunes ha sido el norte de varios artículos de los que he publicado, quizá de forma harto insistente, evidentemente sin el menor éxito, y menos en una ciudad como Vigo en la que impera todo lo contrario, la pelea constante con todo y con todos, el llanto permanente y la búsqueda de enemigos por todas partes, empezando por la máxima autoridad gallega y acabando con las propias instituciones de la ciudad, todo en pro de un localismo absolutamente pueblerino, sin más objetivos que el llevar a cabo una política de pueblo con presupuesto de ciudad.

¿Que tienen por tanto de importantes las tres noticias enunciadas?. Lo fundamental para Ohmae, el invertir la tendencia de pensar solo en nuestro ombligo y comenzar a colaborar entre nosotros para la consecución de objetivos comunes, la primera piedra, lo fundamental.

Primera noticia: “La unión del noroeste progresa adecuadamente”.

Los presidentes de Galicia, Asturias y Castilla-León se unen para conjuntamente demandar el trazado ferroviario del noroeste con Europa para el traslado de sus mercancías, tanto desde sus fabricas como desde sus puertos o aeropuertos, y lo hacen perteneciendo a distintos partidos y desde intereses que, de pensar en pequeño como hasta ahora, pudieran considerarse contradictorios.

Para el puerto de Vigo concretamente, se trataría de que sus mercancías puedan salir hacia Europa en un 60% aproximadamente por ferrocarril para ser competitivos, con convoyes de hasta 750 metros de longitud. Actualmente no llega ni a un 1%, por la linea del Miño hasta Madrid, con continuas paradas y duraciones impredecibles, debiendo actualmente hacerlo, por tanto, por carretera, lo que ni potencia para nada el puerto, ni la competencia de nuestras industrias. Eso es, realmente hacer ciudad, vatios y chorradas aparte.

El levante español ha luchado desde hace ya tiempo para conseguir el corredor mediterráneo de unión con Europa, y lo ha conseguido incluir en las previsiones europeas al respecto, algo de lo que nos privó a nosotros en su momento un ministro, gallego para más señas, alguien a quien como “premio” se le dio un retiro dorado en Europa, Pepiño Blanco, quien como hiciera Fraga en su momento al privar a Vigo del AVE a Madrid, o Abel Caballero, cuando de ministro proyectó para Vigo un acceso que se convertiría en la autovía de la muerte, la de mayor concentración de accidentes de España, o Rajoy prolongando, con nocturnidad y alevosía, la permanencia de la

celulosa en la ría de Pontevedra, con lo que ello sirve de degradación y contaminaciones de todo tipo, o con Franco con anterioridad, al primar a Euskadi o Cataluña como principales contactos con Europa, aun a pesar de que nuestros puertos pudieran haber sido la avanzadilla de nuestro comercio con America, abandonando Galicia a su suerte. Tal y como observó Ohmae entonces, Galicia masacrada por gallegos con un sentido de “patria” totalmente inexistente, motivados exclusivamente por el mantenimiento de sus luchas intestinas.

Segunda noticia: “Bayona se prepara para alojar a 700 universitarios del campus vigués en 5 años”.

Cuando Santiago de Compostela dejó de ser la única ciudad con universidad en Galicia y empezaban a proliferar universidades por todas partes, evidentemente Vigo no podía ser menos. Eran los inicios de lo que llamamos democracia, y la prisa era lo esencial, de manera que en lugar de buscar el lugar idóneo para su emplazamiento en la ciudad, el planteamiento pasó a ser el de encontrar los terrenos en función de su menor coste, de manera que se buscó un lugar en el monte, el más alejado de la ciudad, con enormes pendientes, en el sitio de peor clima, sin residencia alguna por la zona, casi sin comunicaciones, sin fácil transporte, ni aparcamientos adecuados, ni comercios cercanos, en el medio de la nada y lindante con el vecino municipio de Mos. Se construyeron las distintas facultades en función de que primara el “diseño” de las mismas, para que cada gobernante se pusiera las medallas que otorgan los concursos internacionales entre arquitectos que dejaran su impronta, aunque ahora todo sean humedades, grietas y despropósitos en gran parte de sus instalaciones.

El resultado era que Vigo ya tenía universidad, pero no se había convertido en ciudad universitaria, pues acabadas las clases los alumnos huían del monte y cada uno se iba repartiendo por la ciudad donde buenamente podía, por una ciudad en la que no existía para nada ambiente universitario alguno en ninguna de sus esquinas.

Por otra parte, Bayona, la perla del sur de Galicia, tiene desde siempre la desgracia de ser una villa exclusivamente de verano, sin otro camino que continuar a La Guardia, lo que tampoco aporta nada que destacar en cuanto a su progreso. Una villa mal dimensionada tanto en verano como en invierno, con importante demanda y consumo en dos o tres meses en el año y con todo tipo de carencias en el resto, donde la desestacionalización se necesitaba y se necesita imperiosamente.

El hecho de que el rector de la universidad de Vigo, conjuntamente con el ayuntamiento de Bayona y la asociación de comerciantes, hayan impulsado la oferta de hacer de Bayona un lugar de residencia universitaria, poniendo a disposición de alumnos, a muy buen precio, en época no estival, multitud de viviendas y plazas hoteleras, así como lanzaderas a la universidad, en una distancia inferior a la que desde el centro de Vigo han de recorrer los alumnos, no solo facilita a estos una relación de convivencia hoy inexistente, sino que les permite residir a menores precios, al tiempo que mejora su calidad de vida en un lugar más asequible, con mayores alicientes naturales, con una nueva biblioteca extraordinaria, al tiempo que para Bayona supone un importante paso en la consecución de su desestacionalización, y todo ello conseguido en colaboración, coordinación y trabajo en equipo, al objeto de conseguir objetivos comunes.

Tercera noticia: “Galicia necesita un circuito de velocidad” (pagina 2 del suplemento del motor).

Toda factoría automovilística necesita de un circuito, bien en la propia fabrica o en los alrededores, y ello es fundamental al igual que el disponer de una pléyade de industrias auxiliares del motor, para llegar a conseguir el efecto llamada que Vigo necesita para ser competitiva y convertirse en un foco importante de la industria del motor. No se trata de diseñar un circuito propio de la Formula 1, sino de un circuito apropiado para las pruebas de todo tipo de vehículos y que a la vez resulte adecuado para gran tipo de competiciones automovilísticas, pruebas de conducción, ensayos, lanzamiento de nuevos modelos, etc.

Esto se intentó, y a ello contribuí, con el visto bueno de la federación española de automovilismo, hace ahora aproximadamente unos 40 años, cuando un grupo de aficionados al motor, y con similares objetivos que los enunciados, propusimos a la comunidad de montes de Mos, destinar parte de sus terrenos a tal fin. El asunto no prosperó porque, como casi siempre ocurre aquí en Galicia, sobre todo con las comunidades de montes, impera una absoluta ignorancia en cuanto a cualquier tipo de progreso que se proponga, para dar paso a las tribus del NO, al igual que sucedió recientemente en Baredo con la posibilidad de construcción de un campo de golf en Bayona, ha sucedido con el Aero Club en Vigo, con el Ifevi, e incluso con el aeropuerto y distintas implantaciones para centros comerciales, etc., todo ello por el inmenso error de haber adjudicado los montes a comunidades, al objeto de su conservación, algo que ha resultado sobre todo en emplazamientos rurales, pero que en las ciudades no es otra cosa que un foco de especulación galopante y de impedimento del crecimiento y el progreso de tales ciudades.

Hace falta un circuito de velocidad en Galicia, y no en otro lugar que en las proximidades de la factoría viguesa, ya sea en Gondomar, entre la Ramallosa y la villa, o en Nigrán a continuación del polígono industrial, o en Tuy en los alrededores de la depuradora, entre la ciudad y Paramos, o en cualquier otro municipio cercano a la factoría viguesa, gestión que difícilmente llevarán a cabo los políticos locales, ocupados en sus luchas internas, pero que bien puede coger el testigo la propia factoría en coordinación con la propia universidad y sectores industriales interesados.

Es así, como apuntaba Kenichi Ohmae, como Galicia puede empezar a despegar. Con objetivos comunes, con cooperación, estableciendo sinergias, colaborando entre todos, pensando antes en Galicia y sus intereses que en los de cada uno de los pueblos o ciudades y sus enfrentamientos y competencias mutuas, algo que sigue sin llevarnos a ningún lado, y en eso Vigo, la ciudad más poblada, la que fue el motor de la región y que hoy languidece alegremente al canto de sirenas, al amparo de alto voltaje navideño, horteradas varias, cambios de pavimentos y mentiras sin fin sobre soñadas obras faraónicas, que no son otra cosa que chorradas pueblerinas o alimento de ingenuos ignorantes.

Si, a veces hay buenas noticias, pero es preciso que se procesen como tales, que sepamos aprovecharlas y que tengamos la generosidad de trabajarlas en colaboración y sin intereses de un mezquino egoísmo, tan propio de políticos sin escrúpulos, con tal de que su vanidad escale alturas inimaginables.

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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