El sexto gol del Barça ante el PSG desató la locura en el Camp Nou. Mientras la gran mayoría de los jugadores azulgrana corrían a fundirse en un abrazo con el autor del tanto, Sergi Roberto, Leo Messi prefirió ir hacia el público para compartir con ellos su alegría. La imagen del
crack
argentino, con toda una multitud de gente a sus pies, es el mejor resumen no sólo del partido, sino muy posiblemente de los últimos años de la historia azulgrana.
Ahora, ha trascendido otro punto de vista en el que se muestra cómo el argentino decidió olvidarse por unos instantes de sus compañeros de equipo y compartir un instante de comunión, de éxtasis, con los aficionados del Barça.