Pocas cosas quedan por decir que no se hayan dicho ya acerca de la final de la Champions League entre la Juventus y el Real Madrid. Con los equipos y prácticamente las convocatorias decididas en ambas partes, lo único que se puede analizar ya es cómo afrontarán tácticamente ambas escuadras el partido en sí. Dado el carácter tan ‘italiano’ (como es lógico) del equipo de Massimiliano Allegri se espera un choque muy de pizarra, en el que los duelos individuales contarán todavía más a la hora de desequilibrar la igualdad y decidir el destino de la final.
Y en este sentido, en las filas del conjunto transalpino ya tienen bastante clara la clave para detener lo mejor que tiene este Real Madrid: su ataque. Y en concreto a Cristiano Ronaldo, que por primera vez en su carrera en el equipo blanco ha llegado físicamente en su mejor momento de la temporada. El portugués ha sabido dosificarse gracias al trabajo de Zidane y marcó ocho goles en los últimos cuatro partidos de la competición. Llega más enchufado que nunca.
Para frenar las acometidas del ‘7’ la Juventus tiene un hombre: Giorgio Chiellini.