La celebración del Real Madrid en Cardiff fue un auténtico caos. Así lo cuenta el diario Marca este domingo, que explica cómo la UEFA hizo todo lo posible para alejar la Champions League de los aficionados madridistas.
Tras el pitido final hubo una pequeña invasión de campo y no solo los familiares de los jugadores saltaron al césped, más de un ‘infiltrado’ se colló en la celebración. Eso llevó a la UEFA
a evitar a los jugadores del Real Madrid acercarse a la grada para que los hinchas pudieran ver más de cerca la ‘orejona’.