Zinedine Zidane ha tenido que tomar cartas en el asunto. Cristiano Ronaldo no tenía ningunas ganas de ir a jugar el partido contra el Celta de Vigo, correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. El
crack
portugués está muy enfadado por los sonoros pitos que le dedicó la afición del Santiago Bernabéu en el encuentro del pasado sábado ante el Málaga y prefería borrarse de un duelo en el que teme que su imagen volverá a verse arrastrada por el fango.
El técnico francés, ante esta situación, se ha visto obligado a frenar su amenaza de plante.