El Barcelona prácticamente se paseó por el Calderón en la primera parte del partido copero. Los jugadores de Luis Enrique controlaron el partido, al impedir que el Atlético hiciese su juego para aprovechar cualquier despiste y salir a la contra de forma letal.
Así llegó el tanto de Luis Suárez, que tras un robo de Mascherano, el uruguayo se enfrentó solito a toda la defensa colchonera y con un autopase y haciendo gala de una velocidad endiablada definió de forma perfecta. Posteriormente, se uniría Messi a la fiesta y con potente disparo que mandó a la escuadra puso el segundo.
Parecía que la eliminatoria estaba ya sentenciada con estas dos puñaladas de Messi y Suárez, ya que el Atlético solo dio señales de vida en el minuto 41 de la primera parte con un disparo a puerta de Koke.