Theo Hernández iba a ser uno de los protagonistas de la final de la Copa del Rey sin necesidad de jugar por el mero hecho de jugar en el terreno de juego del Atlético de Madrid, su equipo en propiedad todavía, y enfrentarse al Barça, equipo al que rechazó para irse al eterno rival, el Real Madrid. Con todo ese contexto lo tenía todo para llamar la atención.
Y el lateral francés se presentó para el gran público a lo grande por si alguien no lo conocía. Marcó un golazo de bandera con una falta en la frontal que la puso en la escuadra para hacer imposible la parada de un Cillesen que no pudo hacer nada ante el trallazo del jugador cedido al Alavés.