El Celta se quedó a las puertas de incendiar Old Trafford. El conjunto gallego, en un final vibrante y cargado de tensión, estuvo a punto de conseguir lo impensable: eliminar al Manchester United y plantarse en la primera final de la Europa League de su historia. Llegar hasta las semifinales ya fue un hito que habría palidecido ante lo que habría sido toda una machada del conjunto que entrena el argentino Eduardo Berizzo. Su compatriota Facundo Roncaglia fue a la vez héroe y villano: marcó el tanto del empate, cuando el partido ya moría, pero fue expulsado casi acto seguido tras un rifirrafe entre varios jugadores por el que también vio la roja Bailly.
Las cosas habían empezado muy mal para un Celta que vio como Felaini, tras un fallo en el marcaje de Pablo Hernández, batía con un remate de cabeza y casi a bocajarro al meta del conjunto vigués, Sergio Álvarez, tras un medido centro de Rashford, el héroe para los ingleses en Balaídos.