Diego Pablo Simeone estaba algo más tranquilo este verano tras haber conseguido que Antoine Griezmann se quedara debido a la sanción del TAS que dejaba al Atlético de Madrid sin poder fichar y a merced de sus rivales. Lo que parecía que iba a ser un final de ciclo se puso solventar con la continuidad del técnico argentino y del jugador francés.
Sin embargo, algunos equipos han intentado debilitar al conjunto colchonero y han cabreado bastante a un Simeone que cree que no es un gesto muy deportivo ir a por jugadores de un equipo que no puede fichar en el próximo mercado.