El Real Madrid debe ir asumiendo una marcha que a estas alturas de verano parece inevitable: la de Álvaro Morata. El delantero se ha enrocado totalmente en su decisión de abandonar la entidad merengue para fichar por el Manchester United de Mourinho, y aunque tanto el club como Zinedine Zidane están tratando de hacerle cambiar de parecer, todo apunta a que nada podrá moverle de su posición actual. No hay vuelta atrás. Y con el paso de los días, cada vez hay más riesgo de que el final sea desagradable.
Morata se ha quejado durante toda la temporada de su falta de protagonismo y es verdad que, en líneas generales, Benzema ha estado por delante de él en cuanto a las preferencias del entrenador francés, pero eso no quiere decir que haya sido comparsa. El canterano ha disputado 43 partidos, ha jugado un total de 1.872 minutos, ha marcado nada menos que 20 goles y ha repartido seis asistencias. Precisamente son estas cifras de rendimiento las que mosquean al jugador. Con mucho menos, Benzema ha sido más que él para el cuerpo técnico.
Marcharse a otro club puede garantizarle más protagonismo, pero la titularidad indiscutible, y más si se va con Mourinho, sólo la tendrá si rinde bien, algo que nunca se puede asegurar que sucederá.
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